Yoanky Báez Albornoz, de 28 años, es uno de los cubanos condenados por participar en las protestas masivas del 11 de julio de 2021.
El joven se manifestó en el barrio habanero La Güinera, en el municipio Arroyo Naranjo. En marzo de 2022 fue juzgado junto a manifestantes de su zona y a otros que protestaron en la esquina de Toyo, municipio Diez de Octubre.
Luego del arresto y encarcelamiento en la prisión Combinado del Este, activistas y medios independientes denunciaron las malas condiciones en las que lo tenían detenido, al punto de que el preso político bajó 9 kilogramos de peso. «Tiene hongos y se le han caído algunas uñas; las condiciones en que lo tienen son infrahumanas», reportaron.
La Fiscalía solicitó en un inicio una condena de 25 años de privación de libertad para el joven, la cual luego se redujo a 14 años de cárcel —por los que finalmente fue sentenciado—. Yoanky fue condenado por el delito de «sedición», uno de los más graves porque se considera un atentado contra la seguridad del Estado. Las penas por sedición oscilan entre tres y 20 años de reclusión carcelaria.
Según establece el artículo 121 del Código Penal cubano, el delito de sedición se aplica a «quienes, tumultuariamente y mediante concierto expreso o tácito, empleando violencia, perturben el orden constitucional socialista, la celebración de elecciones, referendos, plebiscitos o consultas populares, impidan el cumplimiento de alguna sentencia o resolución firme de los tribunales, disposición legal o medida dictada por el Estado o Gobierno, o por una autoridad civil o militar en el ejercicio de sus respectivas funciones, rehúsen obedecerlas, realicen exigencias, o se resistan a cumplir sus deberes».
Al igual que otros presos políticos, Yoanky ha sufrido el acoso, las amenazas y las intimidaciones de las autoridades carcelarias. En mayo de 2023, un oficial de la prisión Combinado del Este amenazó al joven con abrirle otro proceso penal. El guardia, apodado Varela, le dijo a Yoanky que lo llevaría ante un juzgado para aumentar su condena.
No era la primera vez que el oficial acosaba a Yoanky y a otros presos políticos. Según el activista cubano Marcel Valdés, en dos ocasiones Varela había provocado y maltratado al joven.
«El guardia tiene fama de maltratar a los presos políticos. Yoanky no está solo, no intenten inventar ninguna causa, son varios los presos políticos que han pasado por esa situación y tenemos que denunciarlo. Cualquier cosa que le pase a Yoanky es responsabilidad de Varela, de la Seguridad del Estado y del régimen castrista», afirmó Valdés en X.
El 12 de julio de 2023, el activista informó que Yoanky se encontraba en la enfermería luego de varios días con fiebre alta y malestares. A pesar de su condición de salud, Yoanky anunció que no comería el 11 ni el 12 de julio en recuerdo del segundo aniversario de las manifestaciones del 11J y como vía para exigir su libertad.
El grupo de trabajo 11J —dedicado a verificar, actualizar y divulgar información relacionada con protestas públicas en Cuba desde el estallido social de julio de 2021— al cierre del Informe anual de 2023, registró la detención de 1 859 personas, de las cuales 783 permanecen detenidas (71 son mujeres, 272 son afrodescendientes, 199 presentan una o más vulnerabilidades, 550 están juzgadas y sancionadas y 496 enfrentan sanciones de más de cinco años de privación de libertad).
El 19 de enero de 2024, Wilber Aguilera Bravo, padre del preso político Walniel Luis Aguilar Rivera, entregó a la Asamblea Nacional del Poder Popular una petición para solicitar una ley de amnistía. La carta fue firmada en el momento de la entrega por 34 familiares de presos políticos y continúa abierta al respaldo ciudadano.
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