«Es probable que muchas empresas estadounidenses se lo piensen dos veces antes de volver a entrar en el mercado cubano, y puede que algunas no vuelvan nunca», dicen abogados de la firma Akerman. Foto: Maikel Valle.
Nuevas medidas de Biden, empresas estadounidenses y el mercado cubano
9 / junio / 2022
Tras el anuncio de nuevas medidas del Gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, el grupo de abogados de la firma Akerman, con sede en Miami y participantes activos en el deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama, considera que muchos empresarios norteamericanos no se arriesgarán a entrar en la isla con igual entusiasmo.
Con 24 oficinas ubicadas a lo largo del territorio estadounidense, los abogados se basan en que las líneas de cruceros, aerolíneas y otros proveedores de servicios a viajeros se han visto involucrados en procesos judiciales durante años por demandas presentadas al amparo del Título III de la Ley de Libertad y Solidaridad Democrática con Cuba de 1996 o Ley Helms-Burton.
«Es probable que muchas empresas estadounidenses se lo piensen dos veces antes de volver a entrar en el mercado cubano, y puede que algunas no vuelvan nunca. Las que lo hagan deberían considerar la posibilidad de emprender una diligencia adicional para minimizar cualquier exposición potencial a las demandas relacionadas con la Ley Helms-Burton. En cualquier caso, no esperen el mismo boom de viajes desde Estados Unidos que se produjo en 2015-2016», sentencian.
Durante la Administración Obama, los clientes de Akerman aumentaron de 12 a 25, entre los que se incluían siete firmas de las de mayores ingresos brutos anuales, según un listado de la revista Fortune.
Basados en su experiencia —durante años han orientado y asesorado a empresarios estadounidenses con intereses de inversión en Cuba y se especializan en las leyes y relaciones de ambos países—, los abogados consideran tardío y limitado el anuncio del 16 de mayo de 2022.
OTRAS MEDIDAS DE INTERÉS
Tal y como los expertos explicaron en un boletín del 25 de mayo que incluyó varios puntos, las primeras medidas que se implementaron han sido las relativas al incremento de los viajes y la eliminación del tope de las remesas.
El 8 de junio de 2022, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció la eliminación del límite de 1 000 dólares cada tres meses por remesas y actualizó los requerimientos para el envío de dinero por este concepto a organizaciones no gubernamentales independientes, religiosas, de la sociedad civil y trabajadores por cuenta propia.
En el caso de los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba, aunque se mantienen prohibidas las visitas individuales conocidas como «people to people», fueron autorizados los viajes de grupos de personas para actividades educativas bajo ciertas condiciones: «acompañamiento de un empleado, consultor remunerado o agente de la organización patrocinadora; tener un programa de actividades a tiempo completo que tenga por objeto mejorar el contacto con el pueblo cubano, apoyar a la sociedad civil en Cuba o promover la independencia del pueblo cubano de las autoridades cubanas; y que dé lugar a interacciones significativas con personas en Cuba».
Akerman explicó que «otros [cambios], como los anunciados para las tecnologías basadas en Internet y las plataformas de comercio electrónico, pueden llevar más tiempo. Los estadounidenses no están autorizados a realizar ninguna de estas nuevas actividades hasta que se publique la nueva normativa».
También observan con cautela la noticia del incremento de los trámites de visados en la Embajada de Estados Unidos en La Habana. Durante casi un quinquenio los trabajadores de la sede diplomática han sido extremadamente pocos y acumulan un retraso de años en las solicitudes. Es muy probable que pasen algunos meses antes de que la embajada cuente con el personal suficiente y consiga poner al día sus procesos.
Las remesas y plataformas de comercio electrónico son otro punto «complicado», de acuerdo con la postura de los abogados. «[Contrario] a la creencia popular, la Administración Trump nunca prohibió las remesas a Cuba. Sin embargo, sí hizo ilegal que los bancos y empresas estadounidenses [trataran] con ciertas entidades cubanas involucradas en los negocios de procesamiento de remesas y pagos», explican. «Es difícil ver cómo las empresas estadounidenses de remesas y comercio electrónico podrán trabajar en Cuba sin ciertos cambios en el sector de los servicios financieros cubanos que no se han producido».
Akerman considera que aún es pronto para saber si los cambios responden de manera puntual a la crisis económica en Cuba con la correspondiente ola migratoria irregular o constituyen el inicio de una nueva política de Biden hacia Cuba. Habrá que permanecer atentos a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE. UU. y la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio, encargadas de administrar las sanciones a Cuba y que deberán publicar enmiendas a las regulaciones federales.
El punto de inflexión que ha marcado la Administración estadounidense con las medidas ha sido también evaluado por Scott Hamilton, diplomático retirado quien, entre otros cargos, fue jefe de misión adjunto y encargado de negocios en Cuba, y director de Asuntos Centroamericanos en Washington.
Para Hamilton, la Administración Biden tiene su cuota de responsabilidad en la traición al pueblo cubano y estas medidas no van lo suficientemente lejos. Sostiene que «es hora de renovar el compromiso constructivo total, incluyendo los viajes individuales de Estados Unidos, y dejar de castigar al pueblo cubano por los pecados de una élite sobre la que no tiene control».
Por su experiencia en Cuba como jefe de misión adjunto en la Embajada de Estados Unidos en La Habana de 2015 a 2017, asegura que una política estadounidense más constructiva beneficia a ambos países y, en particular, al pueblo cubano. La teoría de que las sanciones económicas conducirán a un cambio de régimen ha fracasado y no resiste siquiera la prueba de la historia.
Como se sabe, el candidato es uno y el presidente otro, por lo que Hamilton reprocha a Biden haber prometido en su campaña revertir los cambios de Trump, pero haber hecho hasta el momento muy poco. ¿Qué debería hacerse? El diplomático propone reabrir la embajada a pleno rendimiento y tramitar todas las peticiones de refugio y visados.
En segundo lugar, deberían restablecerse las normas de viaje que permitieron a estadounidenses individuales visitar Cuba y favorecieron el desarrollo del sector privado. «Por sí mismos, estos cambios no producirán el cambio de régimen de la fantasía de Florida. Pero ayudarán a aligerar la mancha indeleble en la reputación diplomática de Estados Unidos que han producido dos generaciones de políticas moralmente insolventes», concluye.
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