Bancos en Cuba retienen euros de ayudas españolas y fuerzan cambios de moneda desfavorables

Miguel* y Leila* no se conocen. Ni siquiera viven cerca. Ella reside en Holguín, Cuba, y él en una provincia española. Sin embargo, escriben a elTOQUE por el mismo motivo: sus madres, que viven en la isla, no pueden acceder en euros a las ayudas económicas que reciben desde el país europeo. La madre de Miguel recibe una ayuda por ser descendiente de gallegos y la de Leila tiene derecho a una pensión de viudez por haber estado casada con un ciudadano español que falleció hace 23 años.
Los bancos cubanos se niegan a entregarles el dinero en la moneda en que fue enviado. En su lugar, les ofrecen moneda nacional (CUP) o depósitos en MLC (moneda libremente convertible), una alternativa que les hace perder gran parte del valor de la ayuda y vulnera su derecho como beneficiarias directas.
«Ese dinero es asignado a cobrarse en las sedes del Banco Popular de Ahorro (BPA) en Cuba donde se niegan a pagar en efectivo en euros», denuncia Miguel, descendiente gallego. «El Estado cubano se queda con esa ayuda y les da el dinero en moneda nacional o en MLC», agrega. Su madre, de 88 años, depende de ese dinero para sobrevivir en un país con alta inflación y en el que la jubilación no alcanza para cubrir los gastos básicos de un adulto mayor.
La negativa de las beneficiarias a aceptar las opciones del banco responde a la gran diferencia entre los valores del cambio de divisas en el mercado formal y el precio del euro en el mercado informal. Mientras los bancos cubanos ofrecen un precio de compraventa del euro entre 136 y 146 CUP, en la calle se vende a casi tres veces ese valor. El primero de julio de 2025 el euro se cotizó en 425 CUP, según la tasa de referencia de elTOQUE.
El problema no es nuevo, pero se ha agravado. Según Leila, las dificultades con las transferencias comenzaron a inicios de 2023. Su madre, viuda de un ciudadano español, recibe una pensión de 803 EUR mensuales. «Durante el período en que circulaba el CUC en Cuba, ella recibía su pensión sin contratiempos. Incluso tras la desaparición del CUC, continuó cobrando en euros durante cerca de cuatro años sin dificultades», explica. En la actualidad, los retrasos son constantes y el banco nunca ofrece una respuesta clara.
Apoyos de España a Cuba
La Xunta de Galicia ofrece cada año programas de ayudas tanto para gallegos y sus descendientes que residen en el exterior como para los que deseen retornar a Galicia. Entre los beneficios económicos que ofrece esta comunidad autónoma y a los que se pueden acoger los cubanos que descienden de esta parte de España figuran las ayudas económicas individuales a gallegos y gallegas residentes en el exterior. Tienen «carácter social» y se destinan a «emigrantes gallegos y gallegas residentes en el extranjero que posean la nacionalidad española y a determinados/as familiares que se encuentren en situaciones de necesidad económica». Incluye apartados dirigidos a paliar situaciones de precariedad socioeconómica y sociosanitaria y para apoyar a mujeres que han sufrido violencia de género.
La Secretaría Xeral da Emigración de Galicia ha dedicado en 2024 y 2025 cerca de 4 millones de euros a ese programa. El pasado año, más de 4 000 de los beneficiarios radicaban en Cuba. El secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, ha estado en La Habana supervisando el proceso de solicitud de ayudas.
Miguel asegura que Cuba «está llena de ancianos que reciben ayuda anual de España» proveniente de diferentes comunidades autónomas. En el caso de Galicia y según datos de 2024 del Instituto Nacional de Estadística (INE), la isla ocupó el tercer puesto —después de Argentina y Brasil— con mayor cantidad de residentes que descienden de gallegos: 50 656 personas.
La madre de Miguel aplicó a una ayuda anual que abre convocatoria entre octubre y noviembre y requiere documentos como la inscripción de nacimiento española, fotocopia de la libreta de abastecimiento, salarios justificados por los empleadores de cada una de las personas en el núcleo familiar, fotocopia de la chequera de la solicitante, entre otros.
Por su parte, la pensión de viudedad que percibe la madre de Leila es una prestación de la Seguridad Social española que tiene carácter vitalicio y se concede a quienes hayan contraído matrimonio o formaran una pareja de hecho con la persona fallecida. Su tramitación también requiere documentos específicos.
«Cada año, el Gobierno español realiza un pequeño incremento en el monto de la pensión. Sin embargo, desde hace más de un año, los pagos en Cuba han sufrido retrasos y no se han recibido de forma regular», explica Leila.
Las respuestas del Banco Popular de Ahorro
De acuerdo con el sitio oficial del Banco Central de Cuba, el Banco Popular de Ahorro fue el «primero fundado por la Revolución». Administra más de 400 oficinas en casi todos los municipios del país y gestiona tanto bancas particulares como corporativas.
«El BPA nos dijo tajantemente que no tenían dinero para pagar», denuncia Miguel. «Cuando todos sabemos que el BPA recibe dinero no solo directo de España para estos ancianos, sino también el que constantemente cambia la población para poder acceder a los productos de las tiendas en MLC».
Añade, además, que los bancos juegan a conveniencia con los plazos de cobro. «El cheque que reciben estos ancianos tiene vencimiento [dos meses de vigencia el que recibe su madre] y el banco comienza a jugar con la desinformación. Les dicen que no hay dinero hasta que vence el plazo del cheque. Entonces, deben aceptar moneda nacional o un depósito en una tarjeta MLC de un familiar». Su madre vive en un municipio de Ciego de Ávila que por el «fatalismo geográfico» resulta, casi siempre, el último en la entrega de los cheques.
Miguel ha vivido esta situación más de una vez, solo en una ocasión su madre pudo cobrar sin contratiempos. «La antepenúltima vez, mi esposa y yo tuvimos que hacer muchísima presión para obtener su ayuda en efectivo. Amenazamos con ir a la embajada a quejarnos, pero siempre nos dijeron que fuéramos buscando una tarjeta para depositarlo en MLC».
Leila califica de «inaceptable» la opción de cobrar la pensión en CUP. «Equivaldría a una pérdida sustancial de valor y, en la práctica, sería una estafa», afirma. Su madre, de 56 años, es diabética e hipertensa. «Esta pensión representa su único sustento económico. No tiene ninguna otra ayuda dentro de Cuba».

En mayo de 2024 realizó una reclamación formal al banco para manifestar su inconformidad con la demora en la entrega del dinero, entonces ascendente a 786 EUR. La institución respondió unas tres semanas después con esta carta.
Le respondieron que como institución intentaban por todos los medios de que no les faltara el efectivo, pero que escapaba a su voluntad porque se trataba de un problema a nivel de país. Le señalaron como aspecto «positivo» que en el transcurso del año su madre hubiese recibido cuatro pagos que representaban el 70 % de las transferencias recibidas. Le ofrecieron disculpas y le pidieron comprensión.
La similitud de las experiencias refleja que se trata de una práctica extendida por la que nadie responde.
El silencio institucional y las trabas operativas obligan a muchos ciudadanos cubanos con doble nacionalidad a renunciar, en la práctica, a sus derechos económicos.
*Los nombres utilizados son ficticios a petición de los denunciantes.


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Dinero se transfiere electrónicamente a Cuba. Llega a Cuba como moneda electrónica, mediante el sistema bancario SWIFT que usa todo el mundo. El Banco de España no ensobró el efectivo y lo envió por correo. ¿Cómo pueden los bancos cubanos darle a alguien algo que no tiene?