Fallece el papa Francisco, el pontífice que apostó por el diálogo

Foto: Tomada de rawpixel.coom
El papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, falleció el 21 de abril de 2025 en Roma a los 88 años, tras complicaciones de salud que lo mantuvieron hospitalizado en el policlínico Gemelli y, más tarde, en su residencia.
Su condición clínica se agravó en las últimas semanas, a pesar de algunas apariciones públicas que mantuvo hasta su último día, incluida una reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, tan solo 24 horas antes de su fallecimiento.
Francisco pasó a la historia como el primer pontífice jesuita y el primer papa latinoamericano. Su elección en 2013, a los 76 años, marcó un giro inesperado en la dirección de la Iglesia católica. Desde el inicio, su figura se asoció con la voluntad de renovación institucional y el compromiso con temas sociales y geopolíticos del mundo contemporáneo.
Dentro de su activa agenda internacional, Francisco tuvo un rol significativo en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, en especial, durante el proceso de deshielo diplomático iniciado a finales de 2014. Su intervención como facilitador fue reconocida por las autoridades de ambos países, incluido los entonces presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
La visita del papa a Cuba en septiembre de 2015 consolidó ese papel. Durante su estancia —que incluyó misas multitudinarias en La Habana, Holguín y Santiago de Cuba— se reunió con líderes religiosos y políticos, y se pronunció a favor del diálogo y la apertura. En su discurso en La Habana, el sumo pontífice pidió para los cubanos: «justicia, paz, libertad y reconciliación». Aunque evitó hacer críticas directas al régimen, su mensaje resonó en un país marcado por la centralización del poder y las tensiones con la sociedad civil.
Pocos meses después, en febrero de 2016, La Habana volvió a convertirse en escenario de un momento histórico para el pontificado de Francisco. En esa ocasión, el papa mantuvo un diálogo con el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill. Fue la primera vez que un pontífice católico y un líder ortodoxo ruso coincidían en un acto oficial.
Las relaciones entre la Santa Sede y el Gobierno cubano se mantuvieron activas durante el resto del pontificado de Francisco. En 2023, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel visitó el Vaticano y fue recibido en audiencia por el papa, en medio de las crecientes críticas internacionales a la situación de los derechos humanos y la agudización de la crisis económica en Cuba. El viaje de Canel al Vaticano fue el tercero de un mandatario cubano, luego de que Fidel Castro y su hermano Raúl, lo hicieran, respectivamente, en 1996 y 2015.
En esa oportunidad, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, habría recibido una petición relacionada con la liberación de presos en la Isla, refirió en una nota la agencia EFE. Sin embargo, el comunicado oficial no confirmó si ese tema fue abordado directamente durante las reuniones. Mientras tanto, en las inmediaciones de la Santa Sede, un grupo de manifestantes —incluidos cubanos residentes en Italia— protestó contra la visita. Denunciaron la represión política, el exilio forzado y lo que consideraron una legitimación del Gobierno cubano por parte del Vaticano.
La última intervención significativa del papa Francisco en relación con Cuba tuvo lugar en enero de 2025, cuando se hizo pública la excarcelación de más de 500 personas. La medida, anunciada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla, fue presentada como parte de un proceso de revisión penal que incluyó la liberación de ciudadanos condenados por «delitos comunes», de acuerdo con la narrativa oficial.
Si bien el comunicado del régimen evitó referirse a la situación de los presos políticos, el contexto y la magnitud del anuncio generaron expectativas dentro y fuera del país, en particular entre familiares de detenidos por las protestas del 11 de julio de 2021 y organizaciones internacionales que abogan por una amnistía general. Al finalizar el proceso, solo 231 personas liberadas eran presos políticos.
Los acontecimientos se insertaron en un proceso de mediación sostenida entre el Gobierno cubano y la Iglesia católica. Según Vatican News, el presidente Miguel Díaz-Canel informó al papa Francisco de la decisión mediante una carta. El hecho coincidió con el mensaje del Vaticano de cara al Año Santo 2025, en el que el pontífice llamó a impulsar gestos de reconciliación y clemencia penal. Por su parte, el Gobierno cubano aludió al «espíritu del Jubileo» como trasfondo de la medida y evitó vincularla con recientes movimientos diplomáticos, como el anuncio de la Administración estadounidense de Joe Biden de retirar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Antes de ser elegido pontífice, Bergoglio destacaba por su estilo de vida austero como arzobispo de Buenos Aires. Viajaba en transporte público, vivía en un apartamento sencillo y cocinaba para sí mismo. Ordenado sacerdote en 1969 y nombrado cardenal en 2001 por Juan Pablo II, su trayectoria en la Iglesia apostó por la atención a los sectores más desfavorecidos y por una concepción de la fe como herramienta de servicio.
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Aaron