Las cubanas enfrentaban el impacto de otro apagón nacional mientras en Nueva York representantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) llevaban la propaganda oficialista a la 69ª sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas (CSW69).

Para aprovechar lo significativo del evento de Naciones Unidas —que comenzó el 10 y concluye el 21 de marzo de 2025—, la activista cubana Carolina Barrero, fundadora de la organización Ciudadanía y Libertad, lanzó la campaña #LoQueLaFMCNoQuiereQueSepas.

«La realidad de las mujeres cubanas no es la que la FMC quiere imponer. Cada una de nosotras tiene una historia propia que contar, una verdad que desafía la propaganda del régimen», dijo Barrero en sus redes sociales e invitó a cada mujer a grabar y compartir un video que relatara su experiencia personal.

La activista Yanelys Núñez Leyva, coordinadora del Observatorio de Género Alas Tensas, se sumó a #LoQueLaFMCNoQuiereQueSepas. Núñez apuntó que desde 2019 (cuando iniciaron los registros independientes) hasta marzo de 2025 han ocurrido, al menos, 270 feminicidios en la isla. El subregistro es resultado del trabajo de organizaciones como OGAT y YoSíTeCreo en Cuba, que sin apenas recursos y sin tener acceso a reportes policiales o médicos —apunta Núñez— monitorean y verifican los asesinatos de mujeres basados en violencia de género en la isla.

La FMC, por su parte, no ha reconocido ni puesto en la agenda estatal las solicitudes de decenas de activistas y de la ciudadanía en relación con los feminicidios. En 2022, cuando se discutía en la Asamblea Nacional del Poder Popular la posible tipificación del feminicidio dentro del nuevo Código Penal, Teresa Amarelle —actual secretaria general de la FMC— aseguró que «ese tema se había discutido ampliamente en la organización y, aunque no estaba definido el término femicidio, no había vacíos en el Código en cuanto a la violencia de género».

Víctimas de las que no se habla: la realidad de las familias atravesadas por feminicidios en Cuba

Desde 2019, los observatorios independientes han contabilizado 285 personas dependientes de mujeres asesinadas por feminicidios en el país. Las infancias, pero también los y las adultas mayores y personas con otras capacidades no son reparadas por los feminicidios de las mujeres que les cuidaban y, en muchas ocasiones, también mantenían económicamente.

Desde 2019, organizaciones de la sociedad civil independiente no reconocidas por el Gobierno cubano han exigido una ley integral contra la violencia de género. La FMC tampoco ha respaldado esa solicitud.

La organización estatal —que se identifica como parte de la sociedad civil cubana, pero que en la práctica actúa como plataforma para la agenda oficial— también ha sido cuestionada por su participación en actos represivos contra mujeres cubanas.

El 8 de diciembre de 2020, la FMC organizó un acto de repudio contra la periodista independiente Iliana Hernández frente a la casa que compartía con su familia. Al menos un centenar de personas, entre ellas estudiantes de una escuela de deportes, fueron movilizadas hacia el lugar. Durante al menos media hora, con bocinas, carteles y banderas de la organización de masas, las personas convocadas gritaron insultos y consignas oficialistas.

Berta Soler, líder de las Damas de Blanco —organización que desde 2003 exige la liberación de los presos políticos en Cuba— y quien ha denunciado la violencia política sistemática contra ella y otros miembros de su organización, también se sumó a la campaña. Soler denunció la participación de la FMC y del cuerpo «Marianas» del Ministerio del Interior (Minint) en los actos de hostigamiento contra ella y otras mujeres del movimiento.

Otras activistas se han unido a #LoQueLaFMCNoQuiereQueSepas para visibilizar las violaciones de derechos que hoy sufren las cubanas. La escritora María Matienzo apuntó la sobrepoblación de mujeres negras en las cárceles cubanas y las condiciones a las que son sometidas, «sin acceso a la justicia, pero tampoco al agua ni a la salud»; situación que ha sido denunciada por las presas políticas.

La propaganda de la FMC

Sobre la participación de Osmayda Hernández Beleño —miembro del Secretariado Nacional de la Federación— en la CSW 69, el sitio del Minrex reseña: «destacó [que] el diseño e implementación de las políticas públicas en Cuba se centran en alcanzar y mantener importantes logros sociales, con elevados grados de cobertura y acceso gratuito a una parte importante de los servicios, bajo el principio de no dejar a nadie atrás».

Falso que en Cuba las mujeres tienen derecho a vivir una vida libre de violencia

Hasta el 19 de diciembre de 2023, los observatorios independientes cubanos de la revista Alas Tensas y de la plataforma Yo Sí te Creo informaron al menos 84 feminicidios en el país durante el año.

Los servicios de Educación y Salud en Cuba se encuentran en creciente deterioro. El acceso a la Salud, en específico, está impactado por la escasez generalizada de insumos y medicamentos, mientras crece el número de casos de madres cubanas que buscan visados humanitarios para salvar la vida de sus hijos porque en la isla no pueden recibir la atención necesaria.

La intervención de Hernández Beleño en el diálogo interactivo sobre «Erradicación de la pobreza, protección social y servicios sociales» dejó fuera que la isla presenta un aumento acelerado de los niveles de pobreza. El informe sobre Derechos Sociales del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, publicado en julio de 2024, señala que al menos el 89 % de los cubanos viven en pobreza extrema y enfrentan serias dificultades para adquirir bienes esenciales.

En octubre de 2024, varias organizaciones de la sociedad civil enviaron un informe al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) que alertaba sobre contradicciones entre los argumentos del Estado cubano sobre el papel de la FMC y la realidad de su rol en la promoción de los derechos de las mujeres en la isla.

De acuerdo con el informe, los claros vínculos de la FMC con el Estado y con el Partido Comunista limitan su autonomía. Un ejemplo es que la actual secretaria general de la FMC, Teresa Amarelle Boué, también es miembro del Consejo de Estado y del Buró Político del PCC. «Esta dualidad de funciones es atípica y sugiere una falta de independencia para desafiar las políticas estatales», apuntaron.

El Gobierno cubano le ha otorgado a la FMC la exclusividad en la representación y vocería de las luchas por los derechos de las mujeres en Cuba, al ser la única organización de su tipo legalmente permitida. Lo anterior supuso que por mucho tiempo la FMC fuera la interlocutora principal ante los organismos internacionales que monitorean el estado de los avances sobre los derechos de las mujeres y las disidencias sexuales. En los últimos años, organizaciones y activistas independientes han disputado esa exclusividad, posicionando sus voces y demandas con acciones como la que esta semana impulsa Ciudadanía y Libertad.