Esta semana tratamos el tema de la apertura de tiendas en MLC y la reciente inclusión a esta modalidad del mercado Carlos III y el centro comercial 5ta y 42.
Sabemos que a estas tiendas solo puede acceder un sector limitado de la población cubana, aquel que recibe remesas desde el exterior u obtiene divisas de otra manera dentro del país. Mientras tanto, en los mercados en CUC, las inmensas colas son indicadores del pobre abastecimiento de productos básicos y de alta demanda.
Aunque el Gobierno anuncia que se trata de una medida provisional para recaudar divisas, continúan abriéndose nuevos establecimientos, mientras el CUC vive sus últimos días (sin fecha precisa aún).
Para complicar más la ecuación, en días recientes el Gobierno de los Estados Unidos anunció el lanzamiento de nuevas medidas restrictivas que de ser puestas en marcha inhabilitarían el servicio de envío de remesas a través de Western Union, importante vía de entrada de divisas al país.
Lo que se puede sacar en claro de todo esto es que los cubanos aun después de la desaparición del CUC seguiremos conviviendo con más de una moneda y que los productos de calidad indispensable para vivir seguirán comercializándose en una moneda diferente a la que se les paga a la gran mayoría de los cubanos; aunque eso sí, es la moneda del enemigo.
Wimar Verdecia Fuentes
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