“¿Y tú qué tienes hecho en la cabeza?… ”, le preguntan a ella por llevar su pelo afro natural. “El día que pruebes un/a negro/a, más nunca viras para atrás…”, comentan entre amigas. “Tenía que ser negro”, le dice una persona a otra que, al pasar por el pasillo de una guagua, la empujó sin pedir disculpas. Todas estas expresiones cotidianas, algunas más sutiles que otras, pueden escucharse en cualquier momento en Cuba.
Si bien se trata de conductas y comentarios que algunos podrían considerar de bajísima intensidad, también son resultado de la interiorización de prejuicios racistas en la población.
El racismo no tiene que ser evidente ni expresarse radicalmente en la persecución, esclavitud y exterminio de personas, estas circunstancias extremas serían solo la punta del iceberg. Lo que no vemos es lo más preocupante porque no es agresivo, se vive como parte de la cotidianidad.
Cuando intento visualizar este asunto en mi historia de vida para encontrarle sentido, rememoro mis años de estudio en la vocacional Vladimir I. Lenin. Me recuerdo rodeada de jóvenes blancxs. Me sucede igual cuando pienso en mis años en la Universidad.
Ahora me cuestiono: ¿es casual que en un país de tan diverso mestizaje hayan pocas personas negras en las aulas universitarias y en los preuniversitarios de alto rendimiento?
Cuba es una nación de convivencias, integraciones y mezclas culturales diversas que emergieron a lo largo de nuestra historia. Inmigrantes negros e ibéricos (mayoritariamente españoles), indígenas y chinos fueron entrando en la sazón de lo que hoy conforma la “cubanidad”. Bien lo dijo el intelectual cubano Fernando Ortiz: “Cuba es un ajiaco (…). Mestizaje de cocinas, mestizaje de razas, mestizaje de culturas. Caldo denso de civilización que borbollea en el fogón del Caribe”.
En un país de 11,2 millones de habitantes —reportados en 2012 por la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI)—, la composición racial está estructurada de la siguiente manera: 64,1% blanca, 9,3% negra y 26,6% mestiza.
Aunque las cifras anteriores apuntan a un predominio de la población blanca, estos resultados han sido señalados por expertos como poco fiables, dado que provienen de valoraciones de los propios ciudadanos, quienes pueden que no se reconozcan como afrodescendientes, aun siéndolo.
Mientras, un estudio genético llevado a cabo por el Centro Nacional de Genética Médica en 2018 concluyó que todos los cubanos son mestizos, independientemente del color de la piel. El estudio ratifica que, en escala porcentual, el origen se estructura de la siguiente manera: 2% asiáticos (China), 8% aborígenes (poblaciones mesoamericanas y suramericanas), 20% africanos (principalmente de Benín, Nigeria, Camerún, Gabón y Angola) y 70% europeos (predomina España y algunas partes de Italia).
Sin embargo, estas cifras no son suficientes porque no nos dicen nada sobre lo que significan a la luz de la realidad cubana actual, tampoco nos hablan de la connotación que revisten y de lo que representan. Por ejemplo: ¿qué relación guardan con la diferenciación social existente según colores de piel? Silencio absoluto.
El hecho de que no se reconozca el problema es uno de los mayores desafíos. En el Informe presentado por Cuba en agosto de 2018 en la Tercera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, se asegura que el término “afrodescendiente“ es ajeno a nuestra realidad.
Se ignora así el bagaje intelectual que existe sobre el tema, mediante el que se ha defendido la causa antirracista, así como también se deslegitima el reconocimiento identitario de grupos poblacionales que sí se reconocen como tal.
“Si negamos la existencia del tema y las insuficiencias sociales que lo alimentan, entre nosotros, estaremos comprometiendo, no solo el futuro de los aún discriminados, sino de toda la sociedad cubana. Pues el tema racial continúa siendo uno de los más complejos, desafiantes y desatendidos de nuestra realidad social actual”, asegura el investigador y analista político Esteban Morales.
Cuba tiene méritos en torno a la lucha contra el racismo que deben ser tenidos en cuenta en la positiva contribución al problema, pero no por ello debemos darlo por superado, como se empecinan en demostrar los funcionarios desde la agenda gubernamental.
El racismo viene constituyendo ese “gran desconocido” por la invisibilidad del tema. El informe anteriormente citado lo demuestra.
En ese mismo documento se arguye que la legislación cubana vigente condena y sanciona todo acto de discriminación racial contra personas, grupos de personas o instituciones. Pero la realidad sigue siendo otra. La falta de estadísticas es un problema latente del que se sirve este informe para diluir datos desactualizados y negarlo, borrando así toda huella de la existencia de minorías étnicas.
Al referirse, en algunos casos, a “cubanos que tienen color de piel no blanca” se produce la omisión expresa de una etnia que tiene nombre propio, además de que no existe un análisis de minorías sociales porque se declaran inexistentes.
Mujeres y hombres, negrxs y mestizxs, entran todxs en el mismo saco roto, malamente tejido con parches que intentan disimular una supuesta igualdad.
La ecuación entre los resultados desactualizados de un censo que carece de un análisis más profundo sobre la problemática racial y las evidencias reales que la ratifican, hasta ahora, no han tenido una solución. Y no es tan sencillo como despejar una variable en una fórmula matemática.
Es preciso cambiar la ecuación enfocando el problema con lupa, de manera que nos permita ver que nuestro ombligo no carece de imperfecciones, que los supuestos “vestigios de discriminación racial” que cita dicho informe, tienen mayores dimensiones de lo que se cuenta.
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Peterfer
Marianela
La mirada no puede ser tan simple. Sería como decir que la mujer maltratada lo es porque “se deja maltratar”. Hay que mirar más a fondo, analizar la raíz del problema, cuando lo hagas, y ello conlleva quizás “juzgarnos a nosotros mismos y a nuestro modo de pensar” quizás lleguemos a conclusiones más razonadas y entonces logremos comprender en vez de juzgar.
Samir
lazaro rene carbonell ramos
Yoan
Saludos
Narya
El toque
Ahora, hablando del tema principal, es verdad que existe el racismo en al calle, en la forma de hablar, se nota. Pero no estoy de acuerdo con el tema de la escolaridad, nací en guantánamo, donde la mayor parte de las personas son mestisos y/o negros. Y eso se veía en todos los niveles, las “buenas” primarias, secundarias, el IPVC habían más mestizos y negros que “blancos”.
También existe un tema de racismo gubernamental. Desde los famosos reportes que dicen que en el comité central tenemos X porciento de mujeres y de negros (les juro que esa estupidez la leí así mismo cuando estaba el tema de los lineamientos), a Lugares como CIMEX que tiene que tener en plantilla un porcentaje de “negros”, razón por la cual una vez le dieron el puesto a un amigo mío ignorando así las demás cualidades que también tenía.
En fin, mi punto es que el racismo es de doble filo, y aunque históricamente los “negros” han sido más perjudicados estamos en un tema que nos afecta a todos y así es como lo deberíamos ver.
Vmanuel
Dante Alighieri
¿Por qué en una conciderable cantidad de personalidades de la cultura, deporte y política, de raza negra, tienen pareja blanca?¿Por qué cuando vez un camión de policías montando detenidos, los detenidos, la mayoría son negros y todos los detenedores son negros? Expresiones usadas por cualquier raza en Cuba:
“Ése negro es chévere, es un blanco por dentro” “Piensa cómo los blancos” “Lo único que tiene de blanco es la piel, por dentro es un negro” “Pa’ negro los zapatos na’ ma” “Dice una mujer de tez negra a otra: ¡¡¡Parirle a un negro!!! no mija ¡Hay que adelantar!” “El negro, si no la hace a la entrada, la hace a la salida”.
¡Entonces me pregunto! ¿Por qué ves, mediante los medios (películas y seriales) el orgullo y admiración que sienten los negros norteamericano por sí mismo y sus iguales? ¿Por qué reflejan a través del amor a sus semejantes, a sus parejas e hijos, la dignidad de los años de lucha por alcanzar la igualdad ante la sociedad, y no por ser iguales a los blancos? ¿Por qué sienten que ser negro no es una desventaja, si no una exclusividad, aunque a una buena parte de las mujeres les guste el pelo lacio?¿Por qué realizan películas y series donde sólo actúan negros? ¿Por qué en Cuba los vídeos clips, con músicos negros, las protagonistas son blanca?
El racismo y su hermana de sangre, la exclusión, son DESPRECIABLES, vengan de quiénes o raza vengan. Cuándo todas las razas VEAMOS nuestra SINGULARIDAD y nuestra DIVERSIDAD, cómo una VIRTUD, sólo entonces HALLAMOS la PAZ.
PD: En cuanto al título, si es visible, lo que no es demostrable.
Ore.cu
diana
Recuerdo que en una ocasión me hablaron muy bien de una persona, eficiente, inteligente, buen trabajador, eficaz, talentoso y recuerdo que me estuve imaginando a una persona blanca todo el tiempo. Cuando lo conocí y ví que era un negro retinto, me reproché internamente haber tenido ese pensamiento racista.
Otro caso: en una ocasión montamos en un “pisicorre” un amigo y yo. En los asientos del frente iban una rubia y un mulato en camiseta. Uno de ellos llevaba un autoparlante con un reguetón/trap asqueroso de esos que suenan por ahí. Iban niños en el auto así que mi amigo decidió llamarle la atención al mulato en camiseta. Craso error porque quien llevaba la música era la rubia, que no tenía ningún vínculo con el mulato. Otro momento en el que el racismo nos jugó una mala pasada, porque yo también pensé que tenía que ser el mulato quien llevara la música, a ambos nos sorprendió y avergonzó habermos equivocado de esa forma.
Son manifestaciones sutiles de racismo. Quién sabe cuántas veces mi subconsciente me ha traicionado, a pesar de estar consciente y activamente en contra de todo tipo de discriminación.
Creo que este artículo nos llama a hacer esa reflexión interna, no cerrar los ojos y decir de forma aucomplaciente “no soy racista”, sino saber que el racismo puede manifestarse en múltiples formas y espacios y tener los ojos bien abiertos para atajarlo.
Rafael
Peterfer
Cría a un niño negro metiendole en la cabeza que siempre lo discriminaran por negro y tendra el mismo efecto que criar a uno blanco con prejuicios hacia los negros. La mejor manera de afrontar el racismo y la discriminacion es no permitir que nuestro color de piel o situacion economica nos defina. No solucionamos nada VICTIMIZANDO.
Peterfer
Cherokee
Michel Campuzano
Peterfer
Ángel
Daniel