Clandestina presentó «Metavelso» el 19 de noviembre de 2022. Se trata de una colección con la que, según afirman, desean homenajear a quienes «han tenido el coraje de irse». También, agregaron: «[para] todos los que nos quedamos y tenemos la necesidad de construirnos espacios mentales para estar a salvo» en «el peor año que ha vivido la marca y todos los cubanos dentro y fuera de Cuba».
Accesorios «grandísimos», «prendas supercómodas para la aventura y travesías complicadas», artículos para «proteger el cuerpo y camuflajearlo», «muchos colores y gráficas divertidas» son algunos de los componentes de los nuevos productos.
«Metavelso», según la marca, sería entonces un lugar de felicidad que permite vivir en paz con las decisiones tomadas de manera individual. El colectivo de Clandestina también ha decidido emprender desde Cuba e intentar «hablar, polemizar y criticar» la difícil situación actual, mientras ofrecen los necesarios «espacios para desconectar y disfrutar». Pero sin ir más allá.
Desde su anuncio, la nueva colección ha desatado encendidos debates entre seguidores y detractores. Muchos consideran que se vale de procesos dolorosos que vive el pueblo cubano, como la ola migratoria, para posicionar sus propuestas.
Los usuarios han puesto especial atención en la descripción que explica que sus outfits «se inspiran en los coyotes, la ropa cómoda para el viaje y los accesorios extra grandes en los que cabe de todo».
La activista Salomé García Bacallao preguntó en Facebook: «¿Hasta cuándo Clandestina va a seguir haciendo chistecitos de mal gusto con los volcanes, los coyotes y el desangramiento del país?».
La conceptulización de la campaña que se publicó en OnCuba ha sido calificada en redes sociales, entre otras, como «ironía milenial». Ha sido acusada de no mostrar sensibilidad con una isla en crisis y su gente.
En respuesta a la polémica alrededor de «Metavelso», la marca emitió el comunicado «Clandestina es mucho más que una marca de ropa»; en el cual ofrecen la «premisa artística, inspiración y significado» de la colección y hacen un recorrido por sus entregas previas.
«[Esta] es una propuesta artística que intenta ayudar a su comunidad y a su colectivo de trabajo a sobrevivir mentalmente e intentar resistir a la dura realidad de vivir en Cuba», comienza el texto.
Clandestina hace énfasis en la posibilidad de mantener la creación en un contexto en crisis, pero no en la posibilidad de superar dicha crisis. «Con eslóganes como “Hay que saber doblarse sin partirse”, “Cualquier lugar es peor que este”, “El maleanteo es mi pasión”, “Welcome to Labana is new Havana” o “Soy la estrella del Putiverso”, la nueva propuesta artística demostró una vez más que en Cuba hay mucho diseño del bueno, mucha creatividad y mucha energía», indicaron en un mensaje.
FUERA DEL METAVELSO, LA MIGRACIÓN AL CENTRO DEL DEBATE
No es la primera vez que Clandestina es llamada a contar por su aparente falta de tacto a la hora de elaborar mensajes relacionados o inspirados en la realidad cubana. En febrero de 2022 emitieron una disculpa pública por el tono desacertado que usaron en la publicidad de la colección «El amor está en el aire» por el Día de los Enamorados y que tocaba el tema migratorio de forma ofensiva para muchos cubanos.
En las imágenes de la campaña se evocaron pasajes de las peligrosas travesías migratorias de la ruta Nicaragua-Estados Unidos, en las que muchos cubanos han perdido la vida. «Nos hemos equivocado», publicó Clandestina en su página de Facebook.
El proyecto también ha sido criticado por su silencio ante las violaciones de derechos humanos que se cometen en la isla, en contraste con la denuncia enérgica de las sanciones de Estados Unidos que les afectan.
En agosto de 2019, la marca cubana acusó a la internacional Zara por copiar la frase de sus diseños «Actually, I am in Havana», con la similar «Mentally, I am in Havana».
Un año más tarde, culparon al senador Marco Rubio y al embargo norteamericano de influir en el cierre de su tienda online. Para ambas denuncias usaron el eslogan «Tienen que parar», del que se valieron también varios activistas para exigirles un posicionamiento ante el actuar represivo del Gobierno cubano.
Clandestina abrió sus puertas a comienzos de 2015. Un año después, el expresidente de Estados Unidos Barack Obama dijo sobre el emprendimiento: «Creemos en el pueblo cubano; creemos en artistas como Idania Del Río, quien diseña e ilustra sus productos, a los que cataloga de “99 por ciento cubano”».
La revista de modas Vogue escribió en 2017: «[Clandestina] es un intento por hacer brillar una luz sobre el rico estilo y la sustancia artística que existe en la isla. Sus creadoras han usado el lenguaje coloquial cubano, materiales reciclados y el comercio online para montar un negocio moderno y “cool”».
Clandestina goza de popularidad en un sector, sobre todo joven y residente en la capital cubana, que puede pagar sus piezas. El valor promedio de sus T-shirts es de 3 100 CUP, en un país con un salario medio de 3 838 CUP y en el que el valor de la canasta básica es de aproximadamente 3 250 CUP.
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