*Actualizado 5/05/2025, 11:05 a. m. (hora de Cuba)
¿Cómo se establecen las tasas de cambio a nivel internacional y en Cuba?
En el siglo XXI, la mayoría de los bancos centrales abandonaron las tasas de cambio fijas y transitaron a esquemas cambiarios más flexibles en los cuales prima que el mercado determine el valor de la moneda; es decir, a partir de la oferta y la demanda de divisas a cambio de la moneda nacional.
Cuando entran muchas divisas al país (debido al incremento del precio de algún producto de exportación importante o porque entran capitales internacionales a la economía), la moneda nacional tiende a apreciarse. Se deprecia cuando disminuye la entrada de divisas, muchas veces como resultado de un empeoramiento de las condiciones comerciales y financieras internacionales o porque algún factor de la economía nacional y sus políticas económicas la vuelven menos atractiva para los inversionistas internacionales.
El banco central solo interviene ocasionalmente en este mercado con sus reservas internacionales para evitar la excesiva volatilidad en la tasa de cambio.
La flotación de la tasa de cambio permite a las economías ajustarse mejor a los cambios del entorno macro e internacional; y emite señales para que las empresas, los hogares y los Gobiernos modulen sus decisiones de acuerdo con las nuevas realidades en función de lo que es preferible para la economía en cada momento.
En Cuba, nunca ha existido un esquema cambiario oficial flexible. Se ha mantenido un esquema de tasa de cambio fija y con controles para el cambio de las monedas (es decir, con limitada convertibilidad de la moneda nacional a divisas). Además, la política monetaria incluye dualidades de monedas y de tasas de cambio oficiales.
En el mercado informal cubano, las dinámicas de la tasa de cambio sí se asemejan a un esquema flexible en el que la oferta y la demanda de divisas mueven el valor del peso cubano.
¿Puede el Gobierno poner en práctica una tasa de cambio flotante tal y como ha anunciado?
El Gobierno cubano puede, en principio, poner en práctica una tasa de cambio flotante. Muy probablemente sería, en un inicio, solo para operaciones minoristas en las casas de cambio (Cadecas) y en los bancos con la población, los turistas y, tal vez, el sector privado.
Sin embargo, existen obstáculos para su implementación y funcionamiento derivados de la fragilidad macroeconómica, la falta de reservas internacionales y la ausencia de autonomía real del Banco Central.
Por razones políticas, el Gobierno va a querer manipular la tasa flotante para evitar depreciaciones que agraven la inflación y el deterioro del poder adquisitivo; lo cual lo llevaría a desalinearla de las condiciones económicas reales. La falta de reglas claras para ajustar la tasa a diario crearía un entorno de alta incertidumbre, haciendo más difícil que la tasa oficial flotante pueda competir con la informal.
La falta de confianza en las instituciones financieras, la deficiente infraestructura bancaria y la persistencia de un sistema de tipos de cambio múltiples y dolarización parcial complicarían el correcto funcionamiento de una tasa oficial flotante.
El Gobierno estaría tentado a usar el mercado cambiario formal no solo para promover el intercambio de divisas, sino como mecanismo para recaudar dólares y financiar empresas estatales o gasto público. Lo anterior aumentaría la escasez de divisas, incentivaría aún más el mercado informal y haría fracasar el intento de flotación.
¿Puede el Gobierno eliminar el mercado informal de divisas?
Aunque el Gobierno podría aspirar a sustituir el mercado informal de divisas trasladando las operaciones a un mercado formalizado, en la práctica es improbable que pueda lograrlo en el corto plazo. La sustitución exitosa requeriría no solo una tasa de cambio competitiva y flexible, sino también garantizar acceso pleno y seguro a las divisas para la población y el sector privado.
Sería indispensable recuperar la confianza en el sector bancario y, sobre todo, implementar reformas macroeconómicas profundas para estabilizar la economía. En ausencia de estos cambios, el mercado informal —que es hoy mucho más sofisticado y estructurado que en los años noventa— coexistirá con el mercado formal.
¿Cuál es la peculiaridad de la metodología escogida para establecer la tasa de elTOQUE?
Desde 2021, elTOQUE recolecta información diaria sobre los valores ofrecidos para comprar y vender divisas en el mercado informal. A esos datos, se le calcula la mediana para tener una medida de la tendencia central hacia la cual tiende el valor paralelo del peso cubano en relación con diferentes divisas y criptomonedas.
El mercado informal cubano se ha reorganizado para aprovechar la conexión a Internet, los smartphones y las redes sociales. Ello no solo aplica a la compra de monedas, sino a cientos de productos y servicios a los cuales acceden los cubanos por estas vías. La crisis y mayor escasez de los últimos años ha potenciado el mercado informal. Las transacciones y estadísticas de la economía formal han perdido peso dentro de la economía de las familias.
Por ello, es importante entender las tendencias del mercado paralelo para analizar el impacto de la crisis, así como los efectos de las políticas y regulaciones que implementa el Gobierno. Como se trata de un mercado informal, la única manera de tener esa información es a través de la observación de los precios, pues no hay un registro de las transacciones que efectivamente ocurren.
La metodología de elTOQUE observa mensajes en las redes sobre ofertas para comprar y vender divisas. Captura la información de forma automática, con una rutina uniforme basada en algoritmos de inteligencia artificial que no se manipula ni se ha cambiado durante el período.
¿Por qué escoger la mediana para representar el valor?
La mediana se escoge porque es mucho más robusta frente a valores extremos o atípicos que la media o promedio. En un mercado altamente disperso, con poca regulación y en el que las ofertas de compraventa pueden diferir considerablemente —como ocurre en los espacios de redes sociales en Cuba—, la media puede verse distorsionada por un pequeño número de operaciones realizadas en tasas muy altas o bajas. En cambio, la mediana refleja el punto central del mercado informal de forma más fiel y estable.
¿Por qué hay una diversidad de tasas en el mercado informal?
El mercado informal de divisas es descentralizado, competitivo y heterogéneo. No existe una autoridad única que fije o pueda influir monopólicamente en el precio de las divisas. Cada comprador y vendedor negocia de manera individual según sus necesidades, expectativas y percepción de riesgo. Las tasas varían de acuerdo con factores como el monto de la operación (transacciones mayores tienden a tener mejores tasas), la urgencia de las partes (quien tiene más prisa, es usual que acepte un precio menos favorable), la localización geográfica y perfil de los participantes (particulares, mipymes, agentes, market makers).
Además, influyen las características, liquidez y riesgo del instrumento de pago que se emplea para la transacción (efectivo, transferencia bancaria, tarjeta prepago, plataforma Zelle) y si el dinero se deposita dentro de Cuba o en cuentas en el exterior.
¿Por qué sube o baja el valor de las divisas en el mercado informal?
La tasa de cambio en el mercado informal sube o baja en función del equilibrio entre la oferta y la demanda de divisas. Si la demanda de dólares, euros o MLC supera la oferta porque muchas personas o emprendimientos privados buscan divisas para importar, viajar o proteger sus ahorros frente a la inflación—, el precio de esas monedas en pesos cubanos tiende a subir. Por el contrario, si hay más personas dispuestas a vender divisas de las que desean comprarlas —porque llegan más remesas, turismo o porque subió mucho su valor—, la tasa de cambio puede bajar.
En el balance oferta-demanda influyen las expectativas (rumores de nuevas sanciones, anuncios de cambios regulatorios sobre las mipymes, las remesas o las operaciones bancarias de la población, o cambios en la política monetaria). Otros elementos que causan fluctuación en la tasa de cambio son la liquidez (disponibilidad de efectivo en divisas y pesos) y las regulaciones financieras (topes en las transacciones financieras, controles bancarios).

¿Por qué las tasas de cambio, en ocasiones, dan saltos o tienen picos y caídas abruptas?
En el mediano y largo plazo, la tendencia de la tasa de cambio está determinada por factores de la economía real, como el desempeño del turismo, el volumen de remesas, el crecimiento del PIB, la dinámica de las exportaciones e importaciones y el tamaño del déficit fiscal. Esos elementos fijan las bases estructurales para la evolución del valor de la moneda.
Sin embargo, en el corto plazo, los mercados cambiarios —como otros mercados financieros— son altamente sensibles a las expectativas de los agentes económicos. La percepción sobre el futuro puede cambiar de forma repentina ante noticias, anuncios de política económica, cambios internacionales o rumores y generar movimientos bruscos en las tasas.
Además, se dan fenómenos como el «efecto rebaño», en el que muchos participantes tienden a actuar en la misma dirección (comprar o vender) porque siguen el comportamiento observado de otros, lo cual amplifica las fluctuaciones de las tasas. También ocurren «profecías autocumplidas»: si una masa crítica de agentes cree que el valor de una divisa subirá o bajará, actúan en consecuencia y provocan ese resultado.

Un aspecto adicional que explica los saltos más exagerados en las cotizaciones de las divisas es la llamada «sobrerreacción» u overshooting del mercado. La sobrerreacción se produce cuando, ante una noticia o cambio de escenario, los agentes no solo ajustan racionalmente sus expectativas, sino que exageran la magnitud del ajuste. Ello lleva a movimientos de precios que sobrepasan lo que estaría justificado por los datos económicos de fondo. Después, cuando el mercado reconoce la dimensión real del hecho, suele venir una corrección parcial del movimiento inicial.

¿Puede una publicación influir en la conformación de las tasas entre compradores y vendedores? ¿Puede una manipulación intencional alterar valores del mercado?
elTOQUE no genera precios ni participa en transacciones, sino que registra y reporta las tasas que emergen espontáneamente del comportamiento de compradores y vendedores. Las tasas que publica provienen de la recopilación automatizada de cientos de anuncios independientes.
En un mercado competitivo y descentralizado, la oferta y la demanda son las que determinan el precio. La publicación diaria del valor central (mediana) de las tasas no puede forzar al mercado a moverse en una dirección predeterminada. La tasa publicada por elTOQUE tiene un efecto informativo, no formativo: refleja la realidad en lugar de construirla.
El gráfico histórico de las tasas evidencia cómo estas se han movido de forma irregular y aleatoria, alternando períodos de más volatilidad con largos momentos de estabilidad, y con la presencia de puntos de inflexión espontáneos en las cotizaciones.

La tendencia a la persistente depreciación informal del peso coincide con el proceso inflacionario que vive el país, que también se puede observar en el Índice de Precios al Consumidor de la ONEI.
Si elTOQUE alterara sus reportes —algo que no ocurre—, los participantes del mercado rápidamente corregirían sus operaciones basándose en su experiencia diaria de precios reales. Existen otras plataformas que estiman por su cuenta las tasas del mercado informal. Si elTOQUE no reflejara de forma adecuada las condiciones del mercado informal de divisas, dejaría de ser la principal referencia como lo es hoy.
¿Qué utilidad tiene la publicación de la tasa?
Publicar una tasa de referencia en un mercado informal como el cubano es importante porque reduce la asimetría de información entre los participantes. En mercados descentralizados y opacos, en los que cada comprador y vendedor podría manejar precios muy diferentes, disponer de una tasa de referencia facilita que los actores tengan una idea común sobre el valor real de las divisas en ese momento. Ello ayuda a tomar decisiones más informadas, disminuye las oportunidades de abuso o engaño y mejora la eficiencia de las transacciones.
Su utilidad práctica es múltiple: permite a las personas planificar mejor compras, ventas o transferencias de divisas; sirve de guía para precios en operaciones comerciales y de remesas en un entorno inflacionario y volátil.
La TRMI le sirve al sector privado para efectos contables, permite valorar pasivos y activos en moneda extranjera o criptomonedas, valorar contratos, calcular inventarios y medir correctamente los estados financieros considerando la cotización de mercado de las divisas, dadas las distorsiones de las tasas oficiales.
Desde un punto de vista macroeconómico, una tasa de referencia confiable permite entender mejor la inflación, los desequilibrios macroeconómicos y las tendencias de los flujos de divisas. Sirve de termómetro inmediato de los efectos y la credibilidad en las políticas económicas y contribuye a la calidad del debate público.
*El texto original fue publicado el 7 de febrero de 2022 y actualizado el 5 de mayo de 2025.
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