En febrero de 2024, la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) anunciaba que Mexicali, la sede de los Águilas en el béisbol azteca, acogería la Serie del Caribe de 2025.

Se antojaron entonces los fanáticos y los especialistas cubanos en que Mexicali parecía la oportunidad redonda para regresar al principal evento beisbolero del Caribe; pero el balde de agua fría que tiraron en junio no lo vieron venir.

Las ediciones mexicanas de la Serie del Caribe (la de 2027 sería en Hermosillo) se antojaban escenarios ideales para el regreso de Cuba al clásico beisbolero del Caribe.

Desde el punto de vista político —aspecto muy importante para las autoridades deportivas de la isla—, México cumplía con las expectativas, pero parece que Juan Francisco Puello Herrera, comisionado del CBPC, sabe que la política no cabe en la pelota y está más interesado en las finanzas de la institución que dirige.

Es cierto que la última presentación de la pelota cubana en Series del Caribe dejó un rostro de enfermo terminal, con balance de 1-6 por parte de los Leñadores de Las Tunas y la peor actuación histórica de una novena antillana en las lides. Pero de ahí a condenarla al olvido, como parece será la realidad de los próximos años, hay una distancia.

Hace par de semanas, la CBPC «reubicó» a Japón en el Caribe e informó que el seleccionado nipón sería el único país invitado al evento de Mexicali que reúne a los países miembros (México, Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico).

«Mexicali se va a vestir de gala porque por primera vez habrá un equipo japonés en la Serie del Caribe, lo cual nos llena de orgullo porque independientemente de que ha sido muy querido que un equipo asiático se presente, se va a lograr en (…) Mexicali», dijo Puello.

El calendario de 2025 se extenderá del 31 de enero al 7 de febrero de en el estadio «Nido de los Águilas» al ritmo de dos partidos diarios. Del último día de enero al 4 de febrero, los equipos se enfrentarán en una ronda de «todos contra todos».

El 5 de febrero se jugarán las semifinales, en las que los mejores cuatro equipos lucharán por un cupo en la gran final. Un día después, se disputará el partido por el tercer y cuarto puesto para definir quién se queda con la medalla de bronce.

Serie del Caribe en Miami: sin Cuba, pero con cubanos

No está Cuba en la Serie del Caribe 2024, pero sí sus nacionales, sea en el terreno de juego o en las gradas del monumental estadio de la Pequeña Habana.

El gran momento llegará el 7 de febrero, con la gran final, en la que se coronará el campeón del torneo.

«Reconocemos el altísimo nivel del béisbol invernal caribeño. Japan Breeze será una selección representativa del más puro béisbol japonés con la presencia de jugadores de varias ligas», adelantó Erwin Miyasaka, cofundador de Japan Breeze.

Mientras Japón brincaba el charco y se acomodaba como parte del Caribe para la serie beisbolera de Mexicali, novenas con una historia beisbolera en el área (Cuba, Colombia, Nicaragua y Panamá) se quedaban de simples espectadoras.

De las últimas cinco ediciones, solamente en 2023 (cuando la Serie del Caribe se jugó en Venezuela) un equipo cubano asistió a la cita regional. Los morochos acogerán la competición en 2026 y quizá la isla volvería para entonces. Pero, nada es seguro.

Si bien la calidad del béisbol en Cuba ha disminuido en los últimos torneos caribeños, la verdadera barrera para su reincorporación de miembro pleno de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe reside en los obstáculos económicos.

La CBPC lo avisó con tiempo. Para competir en la Serie del Caribe, Cuba debe cumplir con los requisitos de ser miembro pleno, lo que implica contar con una liga profesional sólida con apoyo financiero, inversiones y estructuras adecuadas. Las condiciones anteriores no existen en la isla.

«Hasta que Cuba no resuelva su aspecto económico, que tiene que ver con su liga profesional, vamos a tener problemas para que sea miembro», apuntó Puello a la TV cubana en 2023.

Incluso para el oficialismo cubano, el tema de la exclusión de la isla de la Serie del Caribe también pasa por el aspecto económico y por la baja calidad de su béisbol. Esta semana, la revista Bohemia lo reconoció en una columna.

«No competimos a ese nivel. En incontables ocasiones se ha demostrado (…), las dos versiones de la Liga Élite no han cumplido con el objetivo. Todos los países del área tienen mejores torneos de invierno (…). La pelota también sufre las consecuencias de la crisis económica actual. Varios de los mismos problemas logísticos de campañas anteriores se repitieron en la Serie Nacional 63», detallaron en Bohemia.

Es una verdad de Perogrullo, pero nadie mueve los caracoles a favor de reinstalar a Cuba en una competición de la que nunca debió salir. Otra vez el sistema condenándonos al olvido.

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