En Cuba, muchas personas pasan meses o incluso años reuniendo dinero para comprar un boleto de avión a Nicaragua, destino frecuente en el último lustro para quienes buscan emigrar y continuar su travesía hacia Estados Unidos por Centroamérica. Sin otros medios a su alcance, algunas venden sus casas y pertenencias para costear el viaje.
Aunque en la isla es posible comprar boletos en agencias físicas, la mayoría prefiere recurrir a ofertas en línea porque son más económicas y tienen mayor disponibilidad en el corto plazo. Sin embargo, el entorno digital se ha convertido en terreno fértil para estafas. Atraídas por ofertas que prometen pasajes a precios mucho más bajos que los oficiales, las víctimas realizan el pago en efectivo, en MLC, o a través de Zelle para descubrir más tarde que el vuelo no existe y que perdieron su dinero.
Ante el creciente número de timos, una gestora cubana de varias agencia de viajes que solicitó anonimato contactó a elTOQUE para alertar sobre los modus operandi más comunes. Su testimonio —junto con una investigación del equipo editorial— permitió identificar las tácticas más recurrentes de los estafadores y compartir recomendaciones para evitar caer en un fraude.
Boletos falsos: la estafa más repetida
Los delincuentes operan a través de plataformas de mensajería y redes sociales —WhatsApp, Telegram y Facebook—, explica la fuente. Crean perfiles falsos de agencias o se hacen pasar por empleados de aerolíneas y publican ofertas a precios más bajos que los oficiales. En ocasiones, también sucede que «contratan» falsos gestores para que lidien con los clientes, cobren el servicio y consigan una comisión de entre 100 y 200 USD por cada pasaje.
Las personas contratadas como intermediarias no suelen tener contacto presencial con quienes dirigen el negocio, sino que la relación transcurre desde lo virtual. Al final, los intermediarios se convierten en otra víctima de la cadena de robos y deben hacer frente ante cualquier posible denuncia dentro de Cuba.
El delito de estafa está tipificado en el Código Penal y conlleva sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de 100 a 300 cuotas, o ambas. Si la víctima sufre un grave perjuicio en sus bienes, la pena puede ser de tres a ocho años.
Los estafadores «emiten» boletos de compañías aéreas como Conviasa, Sky High, Wingo, Latam o Avianca, agrega la gestora entrevistada por elTOQUE. Hasta finales de 2023, también falsificaron boletos de Aruba Airlines, pero para esa fecha la empresa anunció el fin de sus operaciones para el trayecto Habana-Managua. Alrededor de 50 vuelos chárter se produjeron desde Cuba hacia Nicaragua entre enero y octubre de 2023 y transportaron a cerca de 100 000 personas, según un informe del think tank estadounidense Diálogo Interamericano.
La reciente reducción en los precios de los boletos de Conviasa —que pasaron de 5 000 USD ida y vuelta a menos de 2 000 USD— influyó en la proliferación de estafas, pues más cubanos vieron posible reunir el monto necesario para salir del país. Los delincuentes aprovecharon la caída de los costos para competir en el mercado con boletos falsificados.
Para generar confianza y demostrar que se trata de un servicio auténtico, los coordinadores de grupos de viajes reales comparten imágenes de sus clientes en el momento del chequeo en los aeropuertos o al llegar a su destino. Sin embargo, los ciberdelincuentes se infiltran en estos grupos en línea, roban las imágenes y las difunden como propias.
Jaqueos, vuelos con escala y pasajes cancelados
Otra variante frecuente de fraude está asociada a los vuelos con escalas. En ocasiones, el pasaje del primer tramo es real, mientras que el del segundo —que cubre el trayecto hasta el destino final— es falso. La víctima descubre el fraude cuando se encuentra en tránsito, por lo que queda varada. Los estafadores recurren asimismo al jaqueo de las cuentas de WhatsApp de los coordinadores de grupos de viajes y usurpan sus identidades para engañar a nuevos clientes.
Los fraudes con boletos cancelados es también una vía de estafa recurrente. Los timadores adquieren pasajes con tarjetas de crédito robadas y, tras venderlos, la aerolínea anula la compra al detectar la irregularidad. Una vez que eso ocurre, los pasajeros descubren que han sido engañados, luego de intentar abordar el segundo vuelo en el aeropuerto. Otras veces ofrecen un pago a plazos; una parte desde Cuba y otra a la llegada.
La mayoría de los estafadores tienen números de teléfono registrados en Estados Unidos y México. «Si los denuncias en WhatsApp y les cancelan la línea, compran otra y siguen estafando», afirma la fuente. En ocasiones, contratan los servicios de un «remesero» para recibir el dinero y dificultar su rastreo.
¿Cómo identificar las estafas?
Para evitar ser víctima de estos fraudes es fundamental verificar la autenticidad del vendedor antes de realizar cualquier pago. Es recomendable investigar la agencia o el agente, comprobar si tiene presencia en redes sociales además de WhatsApp, la antigüedad del perfil y revisar los comentarios de otros clientes.
Por ejemplo, la aerolínea venezolana Conviasa publica en sus perfiles las agencias con las que tiene contrato. Si se trata de una agencia falsa, al realizar esa primera verificación es probable que se encuentre poca o ninguna información.
En cambio, si los estafadores usurparon el nombre de agencias reales, también existen señales de alerta para detectarlo. La gestora recomienda a los clientes y también a «los gestores de nueva contratación» que soliciten videollamadas con las personas con quienes estén por cerrar el trato. «Los estafadores nunca aceptan participar en una videollamada porque no van a dar la cara», explica.
Debido a que la mayoría de las estafas ocurren mediante WhatsApp, es importante conocer qué indicios de fraude ofrece la plataforma. Luego de que una cuenta es reportada por múltiples usuarios, WhatsApp puede enviar advertencias al iniciar un chat con ese número; aunque eso solo ocurre luego de un significativo número de denuncias, de ahí que no siempre resulte evidente el timo. Si se sospecha de una cuenta fraudulenta, lo mejor es bloquearla, reportarla y buscar el número en Google para confirmar si ha sido señalada por estafa.
Otra de las señales más claras de engaño consiste en ofrecer al usuario la posibilidad de verificar su boleto antes de realizar el pago. Para que el cliente realice la comprobación, le envían un código de reserva y un enlace a un sitio web fraudulento (que imita al de alguna aerolínea oficial). De esa manera, el cliente pensará que es una compra legítima. Una herramienta que permite saber si un sitio web es auténtico es Scam Detector (se introduce el enlace y se comprueba su fiabilidad).
Al respecto, la gestora insiste en que ningún pasaje se emite sin haber terminado la operación de compra, por lo que cualquier práctica de este tipo será siempre una artimaña. Además, alerta que es importante desconfiar de ofertas demasiado baratas. Si un precio parece muy bueno para ser cierto, lo más probable es que sea una estafa.
Aunque la compra en línea no suele ser una opción viable para la mayoría de los cubanos que residen en la isla, siempre que sea posible se recomienda adquirir los boletos en sitios oficiales —como las páginas web de aerolíneas o agencias de viajes con reputación establecida—.
También se debe tener en cuenta que los estafadores operan en grupos de WhatsApp pequeños con pocos administradores para evitar denuncias y mantener el control sobre la estafa. Aun cuando las ofertas tentadoras son señal de alarma, a veces semejan el precio del mercado para parecer más creíbles, por lo que el valor de los pasajes no debe usarse como único criterio para determinar si el proveedor es confiable o no.
Otra estrategia común de los ciberdelincuentes es afirmar que tienen agencias físicas en Estados Unidos, aunque no pueden demostrar la existencia real de sus oficinas. En ese caso, se les puede solicitar la dirección y comprobar en Google Maps.
¿Cómo saber si un pasaje es falso?
Una vez adquirido el pasaje, si este fuera falso no hay mucho que hacer para recuperar el dinero, puesto que es muy difícil rastrear a los autores del robo. No obstante, es importante observar la estructura del boleto. Los pasajes fraudulentos pueden imitar el formato de los reales, pero suelen presentar falsos códigos QR y enlaces. A veces, presentan errores en la redacción, faltas ortográficas o cambios de letras y símbolos similares (como el cero y la vocal «o»).
Una de las formas más seguras para detectar un boleto falso es buscar el código del pasaje e ingresarlo en la página oficial de la aerolínea para verificar su validez.
Enlaces oficiales de algunas de las aerolíneas que vuelan a Centro y Suramérica desde Cuba: Conviasa, Sky High, Avianca, Wingo, Latam.
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *