Durante una reciente intervención en la Mesa Redonda, la viceministra primera de Economía y Planificación (MEP), Mildrey Granadillo de la Torre, se refirió a la dolarización parcial de la economía cubana, a la que calificó de «transitoria, de corto plazo, gradual y necesaria».

Al hablar sobre la apertura de un mercado exclusivo en dólares en La Habana, Granadillo de la Torre destacó que, aunque ha sido una de las noticias más comentadas, la dolarización «no se trata solo de tiendas».

«Es un programa gradual que no solo se centra en las tiendas —que es de lo que más se habla últimamente—, sino que, en su concepción dentro del programa de Gobierno, tiene un amplio alcance», dijo. «No se limita al comercio mayorista y minorista, sino también a fomentar y potenciar el sector exportador del país».

La funcionaria insistió en que el primer ministro, Manuel Marrero, ha explicado en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) la necesidad de dolarizar de forma parcial la economía para luego «desdolarizarla». 

Al referirse a las declaraciones de la funcionaria, el doctor en Economía Internacional y Desarrollo Mauricio de Miranda dijo en sus redes sociales que la dolarización parcial es un nuevo error y no podrá conducir a la desdolarización porque si el objetivo es captar divisas y no se hace nada para que la economía las genere como resultado del desarrollo de su sistema productivo, el Gobierno seguirá buscando las rentas en la esfera de la circulación y dependiendo de las remesas.

Aceptarán dólares en efectivo en 129 tiendas de la cadena Caribe

Aunque autoridades del Gobierno insistieron en que la dolarización parcial no se concentra solo en las tiendas, confirmaron que aumentarán estos puntos de venta.

Desde junio de 2024 varios servicios se comercializan exclusivamente en divisas extranjeras, ya sea mediante el pago con tarjetas internacionales o en efectivo.

Al referirse a la contradicción que supone aceptar divisas en cash, con la insistencia gubernamental de digitalizar las operaciones a través de la «bancarización», Mildrey Granadillo dijo que fueron las entidades del sector turístico las que sugirieron poder operar con efectivo.

Entre los servicios dolarizados, Granadillo de la Torre mencionó la venta de combustible, la comercialización en Casas del Habano y otras entidades turísticas; los servicios en farmacias y ópticas internacionales, «además de otros negocios vinculados con ventas mayoristas».

Aunque las autoridades insisten en que las medidas tienen carácter temporal y a corto plazo, un comentario de un funcionario de Cimex en Cubadebate reveló que la «temporalidad» puede extenderse en el tiempo. 

«Estimado cliente, la aplicación y extensión en el tiempo de la medida estará determinada por la capacidad de recuperación económica de la producción nacional y el efecto positivo del encadenamiento entre estos mercados y los proveedores nacionales (estatales o no)».

Según dio a conocer, otras transacciones también se realizarán de esta forma para cumplir con el propósito fundamental de la economía: captar divisas.

Al respecto, el economista Mauricio de Miranda señaló que el Gobierno se equivoca al definir la captación de divisas como el objetivo de la economía nacional.

«No, ese es el objetivo de ellos, pero no de la economía nacional. El objetivo de la economía nacional de un país —sobre todo si se dice “socialista”, que no lo es la cubana ni ninguna en el mundo— debería ser el incremento del bienestar de la sociedad. Pero, en cualquier caso, para mejorar el bienestar de toda sociedad es imprescindible incrementar la producción de bienes y servicios».

¿Qué va a hacer Díaz-Canel con los dólares del supermercado 3ra y 70?

El verdadero problema no radica en el bloqueo, sino en cómo el régimen cubano decide emplear las divisas que obtiene. Las sanciones estadounidenses siguen vigentes y aun así, el Gobierno ha optado por continuar dolarizando la economía.

Durante la comparecencia televisiva, la viceministra primera del MEP mencionó que, antes de tomar las medidas, su ministerio evalúan previamente el «impacto negativo y los riesgos que pueden tener para la población». 

Sin embargo, no se refirió a cómo impacta en las personas que en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) se retiren productos para venderlos exclusivamente en dólares; o que los servicentros en divisas, «diseñados para el sector turístico», sean los que están mayormente abastecidos.

En respuesta a comentarios de los usuarios en un foro de Cubadebate, un funcionario de Cimex respondió que «la actual red en dólares se ubica en establecimientos vinculados con la actividad turística y que sus mercancías están sujetas a las necesidades de estos clientes. Las futuras tiendas que puedan comenzar a vender en esta moneda tendrán un abastecimiento similar a las en MLC, no habrá diferencia en cuanto a productos o niveles de calidad».

Sin embargo, los foristas aseguraron que las tiendas en MLC están desabastecidas y que, en contraste, establecimientos como el de 3ra y 70, en La Habana, muestran la prioridad que el Gobierno otorga hoy a las tiendas en dólares.

Granadillo de la Torre justificó las nuevas medidas al afirmar que, para asegurar el crecimiento productivo de la nación, es imprescindible contar con divisas porque es necesario importar materias primas y recursos para sostener la producción nacional.

En su cuenta de X, el economista cubano Pedro Monreal afirmó que hay dolarización porque el fracaso del «ordenamiento» impide que el peso cubano pueda cumplir adecuadamente las funciones básicas de una moneda nacional. «Más que hablar del dólar, deberían explicar qué hacen para fortalecer el peso».

Dólares solo para el Estado

Mientras el Gobierno cubano insiste en dolarizar algunos bienes y servicios, prohíbe al sector privado, por ejemplo, cobrar en dólares.

Aunque la dolarización de sus entidades —incluidas las empresas estatales que venden sus productos en el mercado minorista y mayorista en divisas— se justifica con la necesidad de generar ingresos para el reaprovisionamiento de materias primas, ignora conscientemente que los privados también lo necesitan.

La sed de dólares

La «dolarización parcial» de la economía cubana pudiera devaluar más el peso cubano y aumentar el precio del dólar en el mercado informal de divisas.

«Algunas mipymes han podido establecer contratos para que sus productos se vendan en las tiendas en dólares, aunque la mayoría de las prioridades las tiene la empresa estatal», mencionó un emprendedor entrevistado por elTOQUE.

Su explicación fue confirmada por la televisión cubana, que informó sobre un contrato entre la mipyme Lácteos Clamanta y la cadena de Tiendas Caribe para surtir los establecimientos en MLC y en dólares.

Martín Nizarane, titular del emprendimiento, explicó que desde hace dos años tienen contrato con Tiendas Caribe para el abastecimiento de yogures y helados. «Con los pagos en ambas monedas, hemos logrado encadenarnos con proveedores nacionales e internacionales. A nivel nacional, con envases y azúcar, y a través de otras formas de gestión no estatal».

La viceministra primera de Economía y Planificación también señaló en la Mesa Redonda que buscan vías para aumentar los ingresos en divisas, ya sea a través de bienes y servicios o mediante la captación de remesas.

Desde diciembre de 2024, el Gobierno anunció que la empresa de telecomunicaciones Etecsa ampliará sus ofertas para aumentar los ingresos en divisas luego de que las recargas internacionales representaran solo el 10 % de su facturación en 2023 (una caída significativa respecto al 63 % en 2020).

«La dolarización en Cuba expresa una preferencia de política económica: encauzar directamente los ingresos familiares en divisas (en gran parte remesas) hacia entidades estatales (y asociadas) privilegiadas por el poder político, a costa de fragmentar el mercado interno», aseguró el economista Pedro Monreal.