En el contexto del cuarto apagón general en menos de seis meses, algunos cubanos recordaron en redes sociales un discurso que dio Fidel Castro en 2005. Se trata de una charla que el entonces presidente realizó por el 60 aniversario de su ingreso en la Universidad de La Habana y en la que hizo un repaso de la cuestión energética de aquel momento.

El discurso, que tiene más de 100 000 palabras, no estaba centrado en la energía, pero hacia el final se desvía al tema. Castro dijo: «Se construirán plantas que usarán el gas acompañante del petróleo, plantas de ciclo combinado que al amortizarse en cuatro o cinco años, cobrando a 10 centavos la electricidad, que, por ejemplo, los hoteles pueden pagar, se amortizan entre cuatro y cinco años y producen después el kilowatt a 2 centavos de dólar. Jamás se volverá a construir una “Guiteras”. Esas eran locuras».

Es importante poner estas palabras en perspectiva. En Cuba, 2005 se conoció como el año de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA); pero 2006 se conocería como el de la Revolución Energética. Eran tiempos en los cuales el Gobierno venezolano de Hugo Chávez aumentó la entrega de barriles de petróleo a bajo precio. Hablar de fuentes alternativas de energía y de lo que podría ahorrarse el Estado en combustible era una cuestión estratégica. En aquel tiempo, los apagones, heredados de los noventa, eran muy comunes y dificultaban el desarrollo normal de actividades básicas.

Casi 20 años después, la situación energética en Cuba está en un lugar posiblemente peor. Es habitual que la ciudadanía reporte hasta 18 horas diarias sin corriente, sobre todo fuera de la capital. El sistema eléctrico nacional se «recuperó» totalmente después de casi 48 horas de apagón total. Fue una reparación «rápida», si consideramos que durante el apagón de octubre demoró más de 100 horas la restauración completa.

¿Cuánto dinero dejó de invertir el Gobierno en el Sistema Electroenergético Nacional?

En los últimos días, resurgieron viejas noticias de créditos millonarios concedidos al Gobierno cubano para reparar el Sistema Electroenegético Nacional. El monto de las inversiones coloca la responsabilidad de la crisis sobre la Administración actual, más que sobre las sanciones estadounidenses; una noción que apoyan varios expertos.

No sabemos cuáles eran los planes exactos del Gobierno cubano entonces ni si realmente no tenían planificado edificar nuevas termoeléctricas. «Todos los días aparecen ideas nuevas, y lo que ahorremos de energía se convierte de inmediato en recursos. Van a sobrar las peores y más gastadoras termoeléctricas del país. Las vamos a tener, sin embargo, listas para afrontar cualquier contingencia imprevista en una etapa de la marcha», abundó Castro.

¿Los deseos del gobernante fueron deshonrados?

Solo diez años después (2015), cuando Castro aún vivía, se conoció que Rusia otorgó un crédito por valor de 1 200 millones de dólares para la construcción de una termoeléctrica en la isla. Se levantarían cuatro unidades de generación de 200 MW cada una. La central entraría en funcionamiento entre 2022 y 2024, pero el proyecto nunca se ejecutó.

Sin embargo, según Sputnik, desde 2006 el Gobierno ruso prestó dinero al régimen cubano para financiar proyectos de energía, transporte y de otras industrias. Fidel Castro se apartó ligeramente del poder en 2006, producto de su salud. En 2008, su hermano Raúl asumió de manera oficial la presidencia. 

En la actualidad, hay ocho termoeléctricas en funcionamiento en el país. La mayoría de ellas tiene tecnología con más de 35-40 años de explotación; con excepción de la Felton, de Holguín, que tiene dos bloques de 28 y 24 años, respectivamente. Según la prensa oficial, la vida útil de una termoeléctrica es de 30 a 35 años. La infraestructura actual es vieja, no funciona bien y se deteriora mucho por el tipo de combustible que utiliza.

Desde 2014, las autoridades han tratado de establecer una hoja de ruta que lleve a la transición parcial hacia las energías renovables. El Gobierno, incluso, se ha puesto metas altísimas — similares a las de naciones con más recursos— que probablemente no cumpla.

Pero las pocas plantas de energía renovable que existen o no han podido cubrir la demanda esperada o no logran crear energía, como es el caso de la planta bioeléctrica de Ciego de Ávila. Para 2025, las autoridades prometieron 1 200 MW de energía solar; los parques fotovoltaicos serían pagados, al parecer, con recursos naturales. Los expertos consideran que, debido a la alta inversión, no se logren cumplir los objetivos propuestos por las autoridades para las fuentes renovables.

Millones insuficientes: el dinero ruso no alcanza para encender Cuba

Las ayudas en forma de generadores o barriles de petróleo parecen ser apenas un respiro temporal para el Gobierno cubano. A pesar de los envíos, los apagones no han disminuido. «Cuba lo que necesita es tiempo y dinero, y no tiene ninguno de los dos».

Similitudes históricas

La crisis económica, política y energética de Cuba es mucho más profunda que 20 años atrás. El petróleo que entrega el Gobierno venezolano ya no es tanto y ahora dependen más de otros socios como México y Rusia, que no logran cubrir la demanda. 

«En un sistema que necesitaba producir alrededor de 2 millones de kilowatts, comprar una planta de 330 000 es concentrar en una sola planta más del 15 % de la capacidad generadora efectiva, y cuando se apaga o le cae un rayo, como le cayó hace algunas semanas a la “Guiteras”, el apagón, el apagón y el apagón golpea con fuerza a la población y la economía», comentó Castro hace dos décadas. En 2022, otro rayo impactó la misma termoeléctrica. 

Tanto Fidel como Raúl Castro se caracterizaron por dar discursos grandilocuentes. En 2007, en Villa Clara, el Castro menor prometió un vaso de leche para todo el que se lo quisiera tomar. La parte en la que mencionaba la leche fue omitida posteriormente de la versión oficial.

«¿Y hasta cuándo iba a resistir la Revolución el disparate de la concepción errónea que había sobre el desarrollo del sistema eléctrico?», siguió el Castro mayor en 2005. «Concepción que les aseguro no era exclusivamente de Cuba, y hoy somos el primer país del mundo en descubrirlo, y tendrán que venir a ver lo que estamos haciendo».

Después de casi 48 horas sin luz, el lunes 17 de marzo de 2025 la Empresa Eléctrica publicó los datos del déficit de generación que se traduce en apagones para la ciudadanía. No se trata de cortes extraordinarios, sino de apagones planificados para ahorrar combustible. La rotación de los lugares donde se corta la luz es una práctica que ha sido normalizada por las autoridades durante la crisis.