Piden a la Unión Europea revisar lazos con Cuba por supuestos vínculos terroristas

Foto: Navas & Cusí
Un informe publicado por el conservador Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (Cefas) de la Fundación Universitaria San Pablo CEU sostiene que el régimen cubano mantiene vínculos activos con al menos cuatro organizaciones designadas terroristas por la Unión Europea.
Los autores del reporte —Matías Jové, director ejecutivo de la Asociación Española Cuba en Transición; y John Suárez, director ejecutivo del Center for a Free Cuba— llaman a una «reflexión» dentro de la Unión Europea sobre la naturaleza de las relaciones con La Habana, en particular a la luz de sus vínculos con actores considerados de alto riesgo para la seguridad internacional.
El 6 de mayo de 2025, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad Kaja Kallas defendió la continuidad del acuerdo de diálogo político y cooperación entre el Gobierno cubano y el bloque europeo, relación que estaba en disputa. Para hacerlo, Kallas argumentó la «grave crisis económica» que vive la isla y la «inestabilidad global».
Las organizaciones señaladas son Hamás, Hezbolá, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y la Dirección de Seguridad Interior del Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán. Todas ellas figuran en la lista actualizada de personas y entidades consideradas terroristas por la Unión Europea, aprobada por el Consejo el 20 de enero de 2025.
Según el informe, Cuba ha sostenido vínculos estrechos y públicos con estas organizaciones a lo largo de los últimos años. En 2019, el entonces embajador cubano en Líbano, Alexander Pellicer Moraga, sostuvo un encuentro oficial con el jefe de la delegación de Hamás en ese país. Posteriormente, en 2023, su sucesor, Jorge León Cruz, recibió a una delegación de alto nivel de ese grupo palestino. Ambos encuentros se difundieron públicamente como actos de amistad y solidaridad.
En el caso de Hezbolá, el informe destaca que, durante las protestas ciudadanas en Cuba en julio de 2021, el responsable de relaciones internacionales del grupo chiíta libanés, Ammar Al-Moussawi, visitó la Embajada cubana en Beirut para expresar su respaldo al Gobierno de la isla. El hecho fue interpretado por los autores del informe como muestra de alineación política en momentos críticos para el régimen de La Habana.
La presencia cubana en Líbano es descrita como «activa y persistente», lo que facilita una interlocución constante con ambos grupos.
El documento también hace referencia a los lazos entre Cuba y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), uno de los grupos palestinos que ha mantenido una relación prolongada con el régimen cubano desde los años setenta. El FPLP participó en la histórica Conferencia Tricontinental celebrada en La Habana en 1966 y, desde entonces, ha recibido apoyo logístico, entrenamiento y respaldo político de las autoridades cubanas, según los autores del informe.
Cuba fue uno de los primeros países latinoamericanos en reconocer formalmente la Organización para la Liberación de Palestina y mantuvo una política activa de respaldo a grupos armados palestinos en los años posteriores, incluso durante las etapas más violentas de su historia. En la actualidad, sostiene relaciones diplomáticas con el Gobierno palestino, pero el informe del CEU-CEFAS señala que el respaldo ideológico a facciones como el FPLP no ha desaparecido.
El cuarto actor mencionado en el informe es la Dirección de Seguridad Interior del Ministerio de Inteligencia de Irán, también incluida en la lista de terroristas de la UE. Aunque el documento no detalla encuentros específicos recientes entre La Habana y esa entidad, sí destaca la sintonía política entre los Gobiernos de Cuba e Irán y su historial de cooperación bilateral en ámbitos como seguridad, intercambio comercial, relaciones internacionales e inteligencia.
El informe sugiere que, en el contexto de una estrategia geopolítica antioccidental, el régimen cubano habría mantenido vínculos de colaboración técnica con actores estatales y paraestatales iraníes. Esos lazos, aunque difíciles de documentar públicamente, podrían representar una preocupación para los marcos legales de la UE sobre cooperación con entidades sancionadas.
Según el marco jurídico vigente en la Unión Europea —la Posición Común 2001/931/PESC—, no solo la pertenencia a una organización terrorista es motivo de sanción, sino también la facilitación, financiación o colaboración con esta. Las medidas incluyen la congelación de activos financieros, restricciones al movimiento y la prohibición de transferencias de fondos.
El informe plantea que, si así lo considera, el Consejo de la Unión Europea podría incluir en la lista a individuos o entidades vinculadas con el Gobierno cubano. Hasta el momento, ni las autoridades de la isla ni las instituciones de la UE han emitido comentarios públicos sobre los hallazgos del informe.
El 13 de mayo de 2025, el Departamento de Estado de Estados Unidos designó al Gobierno cubano como uno que no coopera totalmente con los esfuerzos antiterroristas de Washington. Una de las primeras decisiones de la Administración Trump fue regresar a Cuba a la lista de países que patrocinan el terrorismo, a solo días de que Joe Biden la retirara.
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