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Peloteros de la Serie Nacional son los grandes olvidados: no valen ni para unos Centroamericanos
18 / junio / 2023
No es menos cierto que año tras año armar un equipo Cuba de béisbol, en un país donde todos «saben» del deporte, es un dolor de cabeza y casi nadie queda satisfecho con el resultado.
Más allá de regionalismos ―que siempre existen, porque el industrialista siempre verá pocos azules o el tunero dirá que ellos son líderes―, la gran verdad del último listado de 24 peloteros a los Centroamericanos de San Salvador 2023 es que los jugadores de la Serie Nacional son los grandes olvidados. Cada día, un poquito más.
Los peloteros en la isla ven pasar su vida bajo el sol agobiante del Caribe, con partidos diurnos, en condiciones cada vez más mediocres, en estadios prácticamente vacíos, y con carencias materiales y familiares (como todos en la isla). A pesar de lo anterior, intentan mejorar sus estadísticas con la única aspiración de integrar un equipo Cuba o, en el mejor de los casos, conseguir un contrato internacional en cualquier liguilla extranjera.
El torneo beisbolero de los Centroamericanos no es la «gran cosa» en las competiciones internacionales de la disciplina. Es un torneo menor, aunque la región tenga algunas de las naciones con mayor tradición en el deporte de «la bola y los strikes».
Si se menciona que los seleccionados que participarán en el torneo son México, Curazao, Nicaragua, Venezuela o República Dominicana, algunos aficionados pensarán, con razón, que se jugará béisbol ―aunque los equipos se armen con veteranos, descartes de Grandes Ligas o peloteros juveniles en busca de alguna firma internacional―.
Revisemos el listado de México, el gran favorito para la medalla de oro en los juegos. Los 24 jugadores del equipo militan en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), su campeonato. Los aztecas quedaron fuera del medallero la pasada edición, pero es absurdo que llamaran a jugadores que militan en otras ligas cuando cuentan con un arsenal más que decoroso en su campeonato nacional.
A diferencia de México, lo que le pasa a la Federación Cubana de Béisbol (FCB) es la fiebre de «championismo» que padece hace décadas, desde que los suyos dejaron de ganar en eventos internacionales. Sí, porque recordemos que Cuba fue subcampeona en Barranquilla 2018; tampoco allí consiguió el título, con peloteros en su nómina que ahora repiten (Yurisbel Gracial, Yordan Manduley o Roel Santos).
Los federativos antillanos quieren resultados diferentes haciendo lo mismo y hundiendo cada día un poquito más el talento que sobrevive en la Serie Nacional. Es lógico que los aficionados no entiendan cómo el líder de los bateadores del campeonato local, el tunero Yordanis Alarcón, quedó fuera de ese equipo.
¿Para dónde estaban mirando? Según los funcionarios de la FCB, ellos priorizaron en su elección los «preparativos del V Clásico Mundial», que fue hace más de tres meses. Por esa razón, el grueso del equipo Cuba a los Centroamericanos lo integran jugadores de la prenómina al Clásico.
De la preselección del Clásico, la Federación dijo adiós a dos peloteros tuneros que bien podrían haber integrado este equipo Cuba: Yosvani Alarcón (AVE .316, 83 carreras producidas, 16 extrabases) y Alberto Pablo Civil Hidalgo (12 juegos salvados, 5 victorias, WHIP 1.34).
Según las estadísticas del sitio del béisbol cubano, hasta la conformación del equipo, de los 20 mejores bateadores de la 62 Serie con un mínimo de 159 comparecencias al bate, solo dos jugadores aparecen en la nómina para los Centroamericanos y no hicieron equipo preclásico (Yasniel González y Yordan Manduley).
Del equipo al evento regional se excluyó también al líder de los jonroneros y carreras empujadas de la 62 Serie, el santiaguero Osday Silva. Más de lo mismo ocurrió con el picheo. No llevaron al líder en promedio de carreras limpias (PCL), el pinareño Erly Casanova; ni al de mejor balance de ganados y perdidos, el espirituano Yankiel Mauris; tampoco al que más salvamentos tiene, el también espirituano Yanielquis Duardo.
Si los federativos del béisbol cubano son los primeros que desechan las figuras de su campeonato local y sentencian con esas decisiones la baja calidad, ¿a quién le importa la Serie Nacional?
El especialista en béisbol de la prensa habanera, Boris Luis Cabrera, criticó en sus redes sociales el desesperado anhelo de los federativos por «ganar o al menos hacer un buen papel»; pero cuestionó si para ese objetivo valía la pena «sacrificar a [quienes] se esforzaron en la campaña».
Cabrera vio lo que el resto, los peloteros de la Serie Nacional que reventaron la liga esta campaña no tendrán incentivo alguno (si se suma, además, que debido a «la crisis social y económica» no habrá ni «Juegos de las Estrellas ni premiaciones»).
Lo cierto es que el talento de las Series Nacionales no vale ni para un evento menor como los Centroamericanos. Eso y que el método de incluir jugadores radicados en el exterior o con contratos fuera de la isla minimiza sobremanera la fuga de peloteros en torneos internacionales. Un sambenito con el que cargan los federativos en cada evento al que asisten.
¿Qué queda para los peloteros cubanos de la 62 Serie Nacional? Los más jóvenes inflarán sus numeritos con el objetivo de armar currículum para una futura salida del país y los más veteranos tendrán que encomendarse a lo que han hecho toda la vida, acumular más diplomas y pensar en el retiro.
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