Ilustración: Wendy Valladares
El cyberbulling y su impacto psicológico: episodio 33 de El Enjambre
30 / junio / 2020
La presente entrega, titulada Partimos el gajo, analiza las nuevas ofertas de datos móviles de Etecsa, las inversiones en el sector del turismo en Cuba y la muerte del joven cubano Hansel Ernesto Hernández Galiano, entre otros temas de la realidad cubana. A su vez, los enjambreros entrevistan a la psicóloga Roxana Toledo Vidal acerca del cyberbulling.
La radionovela “Un montón de estrellas” sigue develando interesantes secretos: mientras la Cuba de 1962 se hallaba bajo la amenaza de la crisis de los misiles, los jóvenes Leticia, Felipe y Francisco deciden guardar un tesoro en el misterioso baúl cuyo paradero se desconoce y hacen un pacto de sangre mediante el cual prometen ser amigos por siempre. En el presente, Amalia y el tío Pancho visitan el cementerio junto a Eugenio, el guardián del camposanto, quien los lleva al panteón donde está enterrada la abuela Leticia…
Al terminar el capítulo de la radionovela, March introdujo el primer tema de debate, relacionado con la “popular y querida” empresa de telecomunicaciones de Cuba, Etecsa, que recientemente dio a conocer nuevos paquetes y ofertas de datos. Los jóvenes destacaron que finalmente se produce una rebaja de precios, al otorgar una mayor cantidad de megas por el costo anterior, y la existencia de dos nuevos paquetes LTE: uno por 4 CUC y otro por 8.
“Ahora mismo, para las personas que no podemos pagar el paquete de 4 GB, el más atractivo es el de 8 CUC, que te da 2 GB y medio por LTE, y ese es el problema, que tienes que tener 4G. Antes yo pagaba 10 CUC por 2 GB, ahora voy a pagar 8, dos CUC menos, por 2.5 GB, que es medio giga más; y eso está bueno”, comentó Condis. El inconveniente es que una gran cantidad de usuarios no tiene acceso a la 4G, ya sea porque sus móviles son de 3G o porque viven en zonas donde no llega la señal 4G.
En este sentido, March apuntó que en Bejucal no existe la 4G y que debía beneficiarse de manera pareja a todos, no solo a una parte de los usuarios. “Se trata de acabar de ofrecer una solución real; lo positivo está, pero hay que hacer algo más atinado a la realidad, apegado a las miles y miles de personas que ni han olido todavía la 4G. Hemos ido avanzando y yo creo que llegará en algún momento la buena noticia”.
“Está ocurriendo algo que no se puede ocultar: la sociedad va produciendo diferenciaciones y existe una brecha muy grande entre el que puede consumir estos paquetes LTE, el que está en la 3G y el que no tiene ni acceso a Internet. Es decir, a medida que va avanzando la gama de servicios a los que se puede acceder, quedan visibles las diferencias sociales y la brecha digital”, advirtió Hayes.
A continuación, los enjambreros intercambiaron sobre el tema de la apertura al turismo, a raíz de un artículo del periódico Granma sobre los avances en la construcción de un nuevo hotel en Trinidad, administrado por Meliá, que garantiza los nuevos protocolos de higiene y seguridad. “Todos los economistas con los que he hablado coinciden en que no es el momento de apostarle al turismo ni invertir en hoteles, sino en la industria nacional, en la producción de alimentos y eliminar la dependencia tan grande que hay de los mercados internacionales”, afirmó Condis.
Hayes se refirió a la muerte del joven cubano Hansel Ernesto Hernández Galeano, “un hecho que está turbio y del cual hay muy poca información; lo que sí es indiscutible es que falleció a causa de una bala disparada por un policía en Guanabacoa”.
Condis relató que la primera denuncia del hecho se publicó en un post en las redes sociales, aparentemente de la tía del joven y más adelante empezaron a circular fotos supuestamente reales de que el disparo fue por la espalda, con lo cual no hubo una agresión directa. “Como siempre, empezó la especulación, las distintas versiones, diferentes escenarios, las noticias falsas; lo más justo que pedían los internautas en las redes era que la prensa hiciera un reporte oficial del hecho. Muchos periodistas oficiales lo que han hecho es replicar noticias no verificadas, por ejemplo, la de un supuesto youtuber, que se dice que es un arma de información al servicio de la Seguridad del Estado”.
A su vez, el joven destacó que no existen elementos ni detalles para calificar el suceso ni afirmar si las informaciones divulgadas son ciertas o no; también recordó el hecho de la muerte de un policía semanas atrás, que podría haber influido en que, dentro del sector, los policías se sientan más vulnerables y agredidos y, en consecuencia, aumente la violencia policial.
La entrevistada del presente episodio fue la máster en Psicología Clínica Roxana Toledo Vidal, quien se ha dedicado a la investigación sobre el bulling (acoso). En esta ocasión, el enfoque se dirigió hacia este tipo de acoso en las redes sociales, conocido como cyberbulling.
“El bulling es un término que se acuñó en 1993 a partir de algunas investigaciones sobre el suicidio en adolescentes”, inició Toledo. “En las últimas décadas ha alcanzado proporciones alarmantes y se ha convertido en un peligroso fenómeno para toda la humanidad. Es una forma de violencia que comprende actitudes agresivas, abuso y maltrato, adoptada por una o varias personas hacia otra persona o grupo de personas. El bulling tiene características esenciales y distintivas que lo diferencian de otros tipos de violencia: primero, que es intencional y deliberada, o sea, se produce con toda la intención de dañar y lacerar al otro; además, es repetido y continuado, se produce de manera insistente y perturbadora, y genera una relación desigual y asimétrica, con un desbalance de poder y fuerzas entre las personas implicadas. Tiene varias manifestaciones y formas de expresión: las más frecuentes son el maltrato físico y verbal, la exclusión social, la coacción y, entre las más recientes, el cyberbulling”.
En este último caso, la experta explicó que es aquel tipo de acoso para el cual se usan los medios tecnológicos con el fin de causar daño a otro u otros de forma intencional y repetitiva; un acoso que se efectúa desde Internet utilizando blogs, chats, redes sociales, correos electrónicos, teléfonos celulares, etc. Entre las formas más comunes, Toledo enumeró el envío de mensajes intimidatorios, insultantes, amenazantes; la difusión de falsos rumores; la publicación de fotos y videos que puedan ser humillantes y la creación de perfiles o sitios para agredir a las víctimas.
“El ciberacoso ha sido calificado como un asunto de Salud Pública y es un fenómeno tan extendido actualmente que según cifras de las Naciones Unidas el 55 % de los jóvenes latinoamericanos ha sido víctima de ciberacoso. ¿Cuáles son las consecuencias del ciberacoso para aquellas personas que se convierten en sus víctimas?”, indagó Condis.
MsC. Toledo: “Efectivamente, el ciberacoso ha aumentado considerablemente de una manera preocupante como resultado del mayor acceso a las nuevas tecnologías. En Cuba es un fenómeno relativamente nuevo. Las consecuencias para las víctimas se traducen en afectaciones psicológicas de un impacto muy negativo; tenemos la presencia de ansiedad, depresión, ausentismo en el caso de las personas que ya estén trabajando y el abandono escolar en el caso de los estudiantes. El miedo se convierte en una experiencia habitual, así como el aislamiento de los demás, el sentirse solo, generado por sentimientos de inseguridad, de angustia constante, de culpa al pensar que se merecen lo que les está sucediendo. Cuando esta victimización se prolonga, lamentablemente llega la ideación suicida y el suicidio en sí; de hecho, las cifras a nivel internacional que estamos teniendo de suicidios por bulling son alarmantes, en niños y adolescentes especialmente.
“El cyberbulling tiene elementos distintos que acentúan estas manifestaciones en las víctimas; precisamente por la peculiaridad que tiene es posible el anonimato del agresor, a diferencia de las formas tradicionales. Esto genera mayor incertidumbre y desamparo, al sentir que no sabes a quién te enfrentas ni a quién dirigirte, lo que provoca mayor vulnerabilidad en las víctimas. Además, está el alcance que tiene la red y la rapidez de difusión de cualquier material a través de ella, así como su permanencia, porque es difícil eliminar lo que se sube a estas. La agresión va a seguir expuesta y las personas pueden estar viéndola de manera indefinida”.
Condis preguntó, a su vez, sobre las posibles motivaciones que pudieran tener las personas que se dedican a ejercer bulling.
La experta aclaró que se trata de fenómenos sociales muy complicados en los que inciden una multiplicidad de factores; entre ellos, las características personológicas de quien agrede, además del ámbito psicosocial y educativo. “De manera general, se ha detectado que la mayoría de los bully (acosadores) provienen de entornos familiares caracterizados por la violencia, de estilos educativos inadecuados en los que predomina el autoritarismo, el desapego, la carencia afectiva. Aparecen entonces algunos problemas del comportamiento y desajustes emocionales, cierta necesidad de poseer y demostrar un control y dominio sobre los otros, de encontrar cierto reconocimiento y estatus de poder; también, comportamientos violentos que han aprendido a lo largo de la vida y que reproducen e imitan”.
“¿Qué consejos les darías a las víctimas, a los victimarios y a aquellos que se comportan como testigos permisivos del bulling?”, preguntó Condis.
MsC. Toledo: “Con respecto a las víctimas es bastante común que debido al impacto de este fenómeno y al grado en que afecta y lacera a las personas resulte muy difícil denunciar o expresar lo que sucede. Entonces el silencio y la evasión se convierten en comportamientos frecuentes de las víctimas de cyberbulling. Una de las principales recomendaciones es romper ese círculo de silencio y de agresión en el que estamos sumidos; intentemos utilizar estrategias para la resolución de problemas que han demostrado ser efectivas.
“En el caso del cyberbulling, nos enfocamos en la solución tecnológica de la situación (bloquear al agresor, borrar los mensajes, cerrar cuentas, escribir a los administradores de los sitios públicos para denunciar la agresión) y en la búsqueda de soporte social; o sea, apoyo y ayuda dentro del propio seno familiar, profesores, amigos o específicamente una atención psicológica personalizada, tratando todo el tiempo de ganar en confianza y seguridad. Es importante que las víctimas sepan que no tienen que sentirse culpables ni merecedoras de lo que les suceda, porque nada justifica la violencia. Es importante no responder con más violencia, porque mantendríamos el círculo vicioso de la violencia, pero tampoco asumir una actitud pasiva y receptar toda la violencia que nos llega sin hacer nada.
“Con respecto a los bully y los testigos, hago extensiva esta recomendación de buscar ayuda. Ellos también necesitan ayuda profesional, muchas veces porque no solo se generan afectaciones psicológicas en las víctimas, también ellos sufren determinadas afectaciones. Esa necesidad de mantener el control y la superioridad y mostrarse como el fuerte, el que agrede, el invencible, genera estrés, tensión y malestar, del cual muchas veces no son conscientes hasta que la afectación es demasiado notoria. Otra recomendación importantísima es reflexionar y hacer una mirada crítica de este tipo de violencia, de lo que genera en los otros y en nosotros el daño que estamos provocando. Seamos responsables de nuestro autocuidado y tengamos también una responsabilidad social hacia los otros; seamos empáticos; tengamos la capacidad de ponernos en el lugar de los demás; tratemos de buscar acciones de ayuda hacia los demás y desarrollar la solidaridad, sobre todo en nuestro país que es uno de los principios que más hemos defendido, y si no logramos este autoanálisis solos, pues busquemos ayuda.
“En el caso de las familias, cuando hay familias sólidas, funcionales, que brindan apoyo social, hay una mayor protección ante los casos de bulling y cyberbulling, específicamente. Actualmente, encontramos a niños y adolescentes que comienzan estas etapas usando las redes sociales de manera desmedida; casi todos los niños hoy tienen un tablet o un móvil y eso hace que accedan a las redes, pero muchas veces no tienen los recursos ni el conocimiento para enfrentarse a ese mundo inmenso y complejo que les brinda el acceso a Internet. Entonces, familias, cuidado con eso; hay que establecer reglas respecto al tiempo y al uso de Internet; estar pendientes de lo que están haciendo, porque hay muchos casos de niños que están siendo violentados y acosados por las redes y no tienen la consciencia ni los recursos psicológicos para afrontarlo. Las familias deben estar pendientes también de cualquier cambio en sus hijos. Si los ven diferentes, más irritados, tristes, deben brindarles confianza y apoyo. En sentido general, a todos los que usan las redes, mucho cuidado con las páginas a las que entramos, con las amistades que aceptamos, con la información nuestra que ponemos en los perfiles; es importante revisar las políticas de seguridad de las redes que ni conocemos”.
Los enjambreros despidieron el episodio comentando sobre el impacto de la llegada del polvo del Sahara a Cuba y resaltando los avances en el enfrentamiento a la epidemia de la COVID-19 en el país.
La comunidad de seguidores de El Enjambre no tardó en compartir sus opiniones, bromas, deseos. “Escuchando @radioenjambre episodio 33. @luciamarch12 no permitas que @mahayescuba vuelva a cerrar con ese tipo de noticias. @camilocondis otra buena entrevista”, tuiteó @HadleyMe00.“Propongo que la segunda temporada tenga 122 capítulos. Y que los puedan grabar durante el día para que @mahayescuba no salga más con la voz de ultratumba correspondiente. Sé que es muy duro trabajar de madrugada, pobrecitos”, escribió Ariana Valdés.
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