Hace poco más de un mes, me preguntaba en esta columna si el toletero cienfueguero José «Pito» Abreu se convertiría en la peor inversión de los Astros de Houston en Grandes Ligas. Aunque cruzaba los dedos por el cubano, la realidad es que así fue.

Ni «cortos ni perezosos», el fin de semana pasado los «galácticos» de Texas mandaron al inicialista cubano a las duchas frías con un directo «Gracias por todo, Abreu, la mejor de las suertes». Toda la suerte, pero lejos de allí.

«Los Astros han liberado hoy al veterano 1B José Abreu. Para ocupar el lugar de Abreu en el roster, Houston seleccionó al IF/OF Cooper Hummel de Triple A Sugar Land», detallaron luego en un mensaje en la red social X.

Los de Houston habían desembolsado por Abreu (antes de la temporada beisbolera de 2023) la astronómica cifra de casi 60 millones de dólares.

Con el despido actual, los Astros tendrán que pagar la mitad del dinero entre este año y el siguiente. Una millonada que el cienfueguero puede cobrar refrescándose en la piscina de su mansión.

Aunque seguramente no lo haga, porque el toletero antillano debe estar buscando dónde le permitan recalar —aunque su ofensiva sea una película de terror para cualquier equipo en la MLB y habrá pocos directivos que se quieran arriesgar a gastar un dineral en un veterano en horas bajas—.

MLB Cuba: ¿«Pito» Abreu, la peor inversión de los Astros de Houston?

José «Pito» Abreu enfrenta un año crítico para su carrera en la MLB. Con un inicio lento y relegado a las Ligas Menores, la pregunta es cuánto tiempo tardará en recuperar la forma, o si estamos frente al final más amargo del inicialista cubano.

El rendimiento ofensivo de Abreu durante la actual campaña, en los pocos partidos que estuvo con Houston, fue de olvido.

Según las estadísticas oficiales de la MLB, el cienfueguero promedió apenas 124 de average, con siete carreras empujadas y 14 imparables en 113 turnos al bate.

Tras su regreso de las Menores a finales de mayo, lo vi en una de las primeras subseries y su estado fue pobre; no solo porque mantenía la baja ofensiva, sino porque mentalmente estaba ido.

Abreu no sabía a qué pelotas abanicar y cuando realizaba el swing se adelantaba o se atrasaba y lucía mal. Mente y cuerpo estaban en una zona muy lejana del home plate, aunque pareciera lo contrario.

Lamenté mucho verlo en ese estado y desde entonces supe que no se había recuperado y lo que era peor, que no lo haría.

La vergüenza deportiva de Abreu lo había llevado al nivel rookie (novato) e incluso había asumido que lo más difícil para él era que el equipo lo había contratado para ejercer un rol que le quedaba grande.

«La gente de esta organización me trajo aquí para hacer un buen trabajo. No lo he hecho. Lo difícil también es que mis compañeros ven que no he hecho mi trabajo, aunque siempre me han apoyado», dijo Abreu a ESPN en esa ocasión.

Pero llegó el 14 de junio de 2024 y el despido de los Astros —que no quisieron esperar mucho más con un pelotero «estropeado», más mental que físicamente—.

Estoy convencida de que en los últimos días, el slump de Abreu es un pozo sin fondo. El tema de pasar página le debe estar costando muchísimo, pero su agente debe estar moviendo cartas tras bambalinas.

El «letargo» de José Abreu con los Astros asusta: ¿valía los casi 60 millones?

Más de un mes después del inicio de la campaña 2023 en las Grandes Ligas de Béisbol, Pito hace el esfuerzo, pero sigue estancado en el peor slump de su carrera.

Según Francys Romero, especialista en béisbol cubano, algunas franquicias de la MLB habrían contactado con el inicialista, aunque sin definirse el tipo de contratos y su rol en alguno de los equipos.

«El declive de un jugador de época siempre es impensado. Simplemente, y como dijera el gerente de Astros, Dana Brown, “no funcionó”», agregó Romero.

Ahora, los fanáticos cubanos del mejor béisbol del mundo se preguntan qué equipos, en las condiciones actuales de Abreu, apostarían por él.

Romero tiene algunas ideas: «[Desde] mi perspectiva, varios conjuntos contendientes que han tenido problemas en la 1B (primera base), pondré de primeros a Brewers, Mariners, Rangers».

Una página especializada en béisbol norteamericano (Fansided) apuntó que, en su situación, Abreu podría optar por un sueldo mínimo e incorporarse a algunos equipos (como los Marineros de Seattle).

Otro equipo, según el medio, serían los Medias Rojas de Boston —que le dieron vía a Garret Cooper—, porque recuperar un inicialista pudiera dar tiempo a la lesión de Triston Casas.

Finalmente, la última opción que ofrecen es un regreso a Chicago, el equipo en el que Abreu brilló por nueve temporadas en Grandes Ligas.

«Los Medias Blancas, sin ninguna aspiración de avanzar a los playoffs y en plena reconstrucción, podrían recibir a Abreu por el resto de la temporada porque no les significará un peso en la nómina ni cambiará ningún plan», aseguran.

Sea cual sea el destino de este año para el cienfueguero Abreu, la verdad es que asistimos al principio del fin del «Elefante» que nos hizo delirar a base de jonrones en los estadios de la isla y que luego nos llenó de orgullo desde la Gran Carpa. 

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