La Habana se «maquilló» para recibir a los líderes del G-77. Foto: Yander Zamora (EFE).
Cumbre del G-77: ¿triunfo diplomático en medio de la crisis cubana?
15 / septiembre / 2023
La noche del miércoles 14 de septiembre de 2023 el déficit de generación en Cuba alcanzó los 1021 megavatios. En horas de la noche, una de cada tres casas en la isla se encontraba en apagón. En algunos municipios del interior, los cortes alcanzaron las doce horas continuas. Ese déficit energético es la cifra más alta de los últimos meses.
Al día siguiente la máxima afectación del servicio se pronosticó también para la tarde-noche, cuando las plantas generadoras no podían cubrir 404 megavatios de la demanda nacional.
De acuerdo con el periodista Lázaro Manuel Alonso, la contingencia de la semana se debía a la salida de servicio de la Central Termoeléctrica «Antonio Guiteras» y a problemas con la distribución de combustible a las baterías de grupos electrógenos. Probablemente no se resolvería pronto.
Desde el martes 12 de septiembre las empresas eléctricas de varias provincias publican organigramas con la planificación de apagones para el resto de la semana.
Una crisis de tal magnitud no se vivía desde octubre de 2022 luego del huracán Ian, cuando los cortes prolongados de energía se extendieron a La Habana y provocaron protestas que el Gobierno «controló» con dificultad.
Lo excepcional de la situación motivaba a esperar un seguimiento por parte de los medios estatales, pero desde el comienzo de la semana en la agenda noticiosa oficial el espacio principal lo ocupa la Cumbre del Grupo de los 77 + China (G-77), prevista para los días 15 y 16 de septiembre en La Habana. Los apagones masivos y prolongados que otra vez desesperan a la población no parecen ser lo más importante, al menos para el Gobierno.
La Cumbre del G-77 es el principal evento dentro de la agenda internacional cumplida por los dirigentes de la isla en lo que va de 2023. Desde enero, el presidente Miguel Díaz-Canel encabezó seis giras que lo llevaron a 15 países. A poco de concluir el encuentro en La Habana probablemente emprenderá vuelo hacia Nueva York, para participar en la llamada semana de alto nivel de las Naciones Unidas, entre el 18 y el 22 de septiembre. Durante esos días transcurrirá la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible y el 78° período de sesiones de la Asamblea General. En agosto el periódico The Miami Herald dio por sentado el viaje, debido a las responsabilidades que entraña la presidencia del G-77, ocupada este año por Cuba.
La mejor cara para los aliados
Como parte de los preparativos para la cumbre, el Palacio de las Convenciones y el vecino hotel Palco fueron sometidos a importantes renovaciones, sobre todo en lo relativo a equipamiento tecnológico, mobiliario, y redes hidráulicas y de energía. Solamente desde la fábrica Ludema, en Las Tunas, fueron remitidos 670 muebles de distinto tipo. Con la felicitación del primer ministro Manuel Marrero por el aniversario 44 del Palacio, el 4 de septiembre de 2023, se supo que los trabajos estaban destinados específicamente a la cumbre y que se extendían a las 11 salas de la instalación. Sin embargo, no se ha revelado el monto de los recursos invertidos ni su procedencia.
A causa de la reunión de alto nivel, la Comisión Provincial de Seguridad Vial de La Habana anunció cierres permanentes, desvíos y prohibiciones de parqueo, así como también el traslado de itinerarios y recorridos de varias rutas de transporte público.
Muchas de las avenidas capitalinas han sido repavimentadas y en redes sociales varios usuarios comentan sobre la reconstrucción de paradas, aceras y otras obras de infraestructura urbana. «Necesitamos una Cumbre del G-77 + China en todos los pueblitos de Cuba para arreglar sus calles», ironizó en Facebook el diseñador tunero William Sosa. «No entiendo cómo la logística falla para algunas cosas y es perfecta para otras (G-77)», agregó.
Los comentarios de los internautas critican la organización de este y de otros eventos en un momento en el que muchas familias no pueden garantizar las necesidades básicas diarias. Algunos sospechan que ante la crisis energética las provincias del centro y oriente del país serán las más afectadas con los cortes de electricidad para poder mantener la capital alumbrada durante la visita de los altos dirigentes. Otros auguran que los días de la cumbre no habrá déficit energético, como «casualmente» suele ocurrir en Cuba cuando ocurre algún suceso de importancia para el Gobierno.
«A pesar de la situación tan precaria que pone en incertidumbre incluso la capacidad del Gobierno de manejar al país» para que la población tenga «mínimos niveles de sobrevivencia», de una elevada deuda, de protestas sociales inéditas y de la emigración a gran escala, la asistencia de los mandatarios representa «un espaldarazo al Gobierno cubano», dijo a AFP Arturo López-Levy, profesor visitante en la Universidad Autónoma de Madrid.
Así lo confirmó el presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante su encuentro con el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres. «[Su visita] expresa un compromiso de la ONU con el G-77 y un apoyo a la presidencia pro tempore de Cuba», dijo el mandatario cubano. Agregó que la visita de Guterres significa un apoyo para la isla, por la situación económica tan difícil que atraviesa.
En realidad, el encuentro es el más significativo entre los organizados en la isla desde septiembre de 2006, cuando tuvo lugar la Decimocuarta Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados. Pero en esa ocasión el país afrontaba un contexto socioeconómico mucho menos comprometido que el actual.
La cumbre del G-77 + China cierra un ciclo de actividad internacional que se había iniciado con las dos cumbre del Alba-TCP que en mayo y diciembre de 2022 reunieron en Cuba a los mandatarios de los países integrados en ese esquema regional. Entre todos, la atención de Díaz-Canel y su equipo se concentró en Nicolás Maduro, bajo la consigna de reactivar los vínculos bilaterales luego de la pandemia. La guerra en Ucrania había propiciado una suerte de acercamiento entre Washington y Caracas, que amenazó con desplazar a La Habana hacia un peligroso segundo plano.
Festivales y eventos vs. la gente
En lo que queda de año transcurrirán en Cuba 19 conferencias, convenciones y congresos internacionales, casi todos con sede en La Habana y Varadero. Para 2024 la plataforma digital Congresses in Cuba prevé hasta el momento dos eventos, entre los que sobresale el 14 Congreso Internacional de Educación Superior, que en febrero acogerá el Palacio de las Convenciones.
Aunque el turismo de eventos siempre formó parte de la estrategia de comercialización del «destino Cuba», ha ganado importancia como posible elemento vitalizador para la recuperación hotelera pospandémica.
En esa línea de acción se inscriben el polémico Santa Maria Music Fest y el Festival Internacional Varadero Gourmet, que entre el 20 y el 23 de septiembre de 2023 reunirá a especialistas de los servicios de restauración. Para muchos el evento culinario, cuyo eslogan es «Salvaguardando la comida criolla cubana», es una «falta de respeto y una burla» al pueblo cubano.
«Por favor, qué falta de respeto. Otro derroche más, otro festival, y nuestros niños en las escuelas pasando hambre, pidiéndonos especias para poder cocinar, sin base material de estudio, los huevos de la canasta básica brillan por su ausencia… Todas las noches con apagones y siguen gastando dinero en festivales», comentó Lumey Echeverría en una promoción del festival culinario en la página del Gobierno de Matanzas.
A priori, las operaciones se diferencian poco de la práctica común en el mundo. Los congresos y festivales tienen como objetivo comercializar capacidades de alojamiento que de otra forma quedarían desocupadas en «temporada baja». La objeción de una parte de la ciudadanía y la sociedad civil se relaciona, como advierte la revista AM:PM, con «el destino de los fondos recaudados y el uso que Gaesa (Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que maneja Gaviota, entre otras entidades) les dará».
Objeciones similares pudieran hacerse a las cumbres políticas que el Gobierno cubano organiza de tan buen grado. Obviando la imagen edulcorada del país que brindan, cabría preguntarse qué beneficios reportan al ciudadano de a pie… más allá del pavimento de algunas calles capitalinas.
Puestos a escoger en cuanto a prioridades, la situación energética se perfila más importante que la foto protocolaria a que tantas veces se limitan los resultados tangibles de muchas cumbres.
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