LA HABANA. Son casi las tres de la mañana. Va subiendo sola la loma de seis cuadras que lleva a su casa. Camina por el medio de la calle, como le han enseñado que debe hacer a esa hora en que las aceras se han transformado en un enjambre de oscuridad y peligros. Un hombre con short de nylon ancho y una gorra negra comienza a caminar detrás; ha salido de la nada. Usar una gorra a las tres de la mañana casi nunca es buena señal. Ella busca en su bolso pero esta vez no trajo su spray de pimienta, solo quedan las llaves. Hace años su padre le enseñó que, entrelazadas en el puño cerrado, como las garras del X-Man Wolverine, podrían funcionar como un arma para defenderse… de cerca.
(Antes de continuar, por favor, marque esta palabra: AZUL.)
Mantén la calma, se dice. Saca además su teléfono y envía un mensaje a la amiga de la que acaba de despedirse, que esa noche también llegará sola a casa. “Ping…, me está siguiendo un tipo”. Sabe que en el peor de los escenarios ese mensaje no es efectivo, pero el miedo compartido es menos miedo. Él acelera el paso con una mano por dentro del short. Está susurrando algo que ella no entiende, por suerte.
La calle, por supuesto, está desierta. Ella piensa que aun así, si gritara, alguien saldría en su ayuda. Piensa. Cruza y casi se para frente a un auto que venía pasando en esa misma dirección para obligarlo a detenerse; le pide al chofer que la adelante unas cuadras, que otro hombre la está siguiendo, que la salve. Sube al carro. En segundos pasó del alivio a una nueva alarma: el roce de una mano en su muslo y un fuerte aliento a alcohol le devolvió esa amalgama amarilla y ácida que es el pánico. Comprende que tiene que bajarse. El trayecto no duró ni tres cuadras. Al cerrar la reja de la casa suena su teléfono. Es la amiga, preocupada. Ella la calma, le dice que todo está bien, que ya está a salvo. Omite el último incidente.
Pero deseaba frenéticamente hablar; no estar sola. En ese punto de la madrugada busca entre sus amistades con otros usos horarios. Respuestas: “Qué suerte tienes para esas cosas”, “¿Por qué regresas sola a esa hora?”, “¿Ninguno de tus amigos te pudo acompañar?”, “¿Qué haces saliendo un martes, no tienes que trabajar mañana?”, “Debiste haber salido más temprano”, y hasta el típico “¿andabas muy corta, mi loquita?”.
Piensa en el #YoSíTeCreo que se ha generado a partir de la denuncia de mujeres que han sido violentadas en el pasado y son cuestionadas por “la demora” en hablar; en el #MeToo por todo el mundo, que ha implicado a muchísimas personalidades de la cultura y la política, y cómo en muchos casos también se cuestiona a las víctimas; en las muchas mujeres que ha escuchado decir “pero él sí me quiere” con los moretones en la cara.
¿Y te pones nerviosa por este sustico? Ay, por favor, que no es para tanto. Intenta calmarse una vez más. Se sirve un vaso de agua. La derrama. Le tiembla la mano.
Solo una amiga le responde: “¡Qué cabrones! Pero relájate, ya pasó. Nena, por favor, no vuelvas a olvidarte del spray. Pd: Cierra bien la casita”.
Ella me lo ha contado con resignación, pero también con furia. Entre mujeres, la mayoría de las veces es más fácil hablar de esto, buscar estrategias, hacer alianzas. No he encontrado una que no haya sufrido este tipo de historias. Todas conocemos bien ese miedo.
Sé que muchas de mis propias amistades hombres no van a llegar ni hasta donde dice AZUL, porque ya desde ahí se sabe que este es otro cuento, uno más, sobre “la misma bobería”. “Qué le vas a hacer, es lo que hay”, me han dicho muchas veces. Durante años he visto a mis amigas educar a los “machitos” del grupo, a nuestros amigos hombres, en el tema del acoso, en la impotencia y vulnerabilidad que hemos sentido, en cómo no es justo, en cómo viola nuestros derechos.
Así todo, estoy segura de que muchos hombres no van a terminar de leer.
Más de una vez me han sucedido estas historias, y más de una vez he deseado no tener que explicar o responder este tipo de preguntas —especialmente a mis amigos—, como si no fueran obvias, retóricas.
Pero aquí voy. Con permiso:
- Que una mujer sea acosada muchas veces no significa que tenga suerte, o que posea ningún poder especial. Sencillamente algunas están más expuestas que otras por el tipo de vida que han decidido llevar. Sí, las mujeres deciden esas cosas también.
- Todas las personas adultas, incluidas las mujeres, pueden llegar a la casa a la hora que se les antoje. El acoso tampoco es una cuestión de horarios. Puede suceder a las tres de la mañana o de la tarde; en una esquina oscura o en una parada de ómnibus repleta de personas.
- Los amigos no tienen la obligación de acompañar a las amigas en todos los regresos. Cuando lo hacen, se les agradece, pero no es una condición que se impone antes de salir. Son amigos, no guardaespaldas y, debo decir, algunos necesitan más compañía que cualquier mujer.
- Repito, el acoso tampoco sucede días específicos de la semana. No importa que se regrese de un concierto un martes o un sábado. Los acosadores no marcan tarjeta, ni hacen turnos de trabajo y descanso, creo. Superemos, por favor, ese atraso.
- No parece muy equitativo que las mujeres deban salir de cualquier actividad más temprano solo para no ser acosadas en el trayecto de vuelta, porque es de noche. La falta de luces en las ciudades, el pésimo funcionamiento del transporte público o los precios alucinantes de los transportistas privados no son responsabilidades femeninas. Y vuelvo al punto anterior: el acoso no tiene horarios.
- Tampoco, ya que estamos en el terreno de la obviedad, tiene que ver con el corto de un short o vestido. Pregúntele a alguna mujer musulmana o testigo de jehová si ha sido acosada. Y no apueste en contra, porque va a perder.
- Todas las personas tienen el derecho a vestirse como deseen. Si un hombre usa un pantalón ajustado, y me encanta cómo se le ve el trasero, no, repito, NO tengo derecho de decirle lo que haría con él. A la inversa funciona igual, amigos. Hay algo que se llama consenso, y está muy infravalorado.
- Esto no tiene nada que ver, pero parece necesario: levantarse temprano para trabajar al día siguiente de una salida hasta tarde es una responsabilidad individual. Cada cual conozca sus límites y sea feliz.
- Y una última, por el momento, que sirve a todas esas preguntas que suelen recibir las víctimas de acoso: porque quiero, porque debo poder, porque son derechos tan míos como de todos. Lo que está mal, horrible, es el acoso, no las mujeres.
Este texto fue publicado originalmente en Progreso semanal. Se reproduce íntegramente en elToque con la intención de ofrecer contenidos e ideas variadas y desde diferentes perspectivas a nuestras audiencias. Lo que aquí se reproduce no es necesariamente la postura editorial de nuestro medio.
comentarios
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José Mora
Ore.cu
En cuba lo q no hay es discrimación hacia la mujer, ganan lo mismo q los hombres por igual trabajo, tienen las mismas oportunidades.
Usted tiene razón los hombres no tienen el derecho a acosar a las mujeres y tampoco las mujeres a los hombres.
Las mujeres no deberían exaltar mas lujurias sobre estos hombres.
Si estas mujeres son respetuosas, no viven de los hombres, no le sacan provecho a su condición de mujer ya sea para q le paguen todos los gastos de la salida, para ir a conocer lugares hoteles… Si trabajan (no de su cuerpo)se mantienen por ellas mismas….
Pq tienen q andar con las nalgas afuera.
Pq tienen q enseñar su ropa interior.
Pq tienen q marcar muy bien sus partes intimas y su rajetica y transparentarlo en ocasiones.
Pq sus pesones se ven.
No todas las mujeres entran en el mismo saco, pero las q no están en este no llegan con frecuencia a las 3am.
Una Cubana De A Pie
Glenda
Ore.cu
Usted me ha atacado sin saber como soy y esta en un error muy grande sobre mi pero bueno….
No entiendo pq me escribe así refiriéndose a mi persona lo q dice mi comentario es lo normal q ocurre en nuestras calles…
Hay una contra posición en la forma q he escrito entre la manera de ser y la forma de vestir y también las 3am… Quizás debí ser mas dulce a la hora de escribir la manera de vestir.. Lo puse crudo para dar mas connotación a una forma de vestimenta bien sexi, sensual, extremadamente lujuriosa.
Hay cosas q mantengo con las mismas letras y q son la esencia del comentario anterior.
Los hombres no deberían acosar a las mujeres pero tampoco las mujeres a los hombres.
Las mujeres no deberían vestirse de una forma q exaltara la lujuria de estos hombres. (Estos hombres hago mensión al comienzo, “los descarados y hasta enfermos”)
Usted puede vestir como quiera, llegar a la hora q quiera y hacer de su vida lo q entienda eso esta claro..
Un ejemplo
Un piropo cambia a la hora de decirlo y mucho tiene q ver la decensia q tenga la mujer. Por si no entiende los piropos mas agresivos lo reciben mas, las mujeres mas vulgares.
El acoso sucede, pero seguramente sucede muchísimo mas en la soledad q cuando hay varias personas.
Lo otro son preguntas q no son con intención de ofender.
Solo me queda darle mis respetos a todas las mujeres.
Y si pienso q determinadas vestimentas contribuye a ese morbo lujurioso que crean en hombres insanos.
Y a mi en lo personal Me queda la duda de los .Pq de mi anterior comentario.
Camila
Estoy completamente de acuerdo con cada palabra.
Cada persona debe tener sus límites.
Y me alegra mucho, que UNA CUBANA DE A PIE haya aclarado con unos cuantos puntos ? a ORE.CU
Uno de tantos equivocados.
Ore.cu
Le he dado a mi mujer para q leyera el comentario y me dijo que no tenía q escribir de esa manera los pq.
Esa forma de ponerlo esta mal.
Pero borren los pq y pongan ropa inadecuada….
Tengo q aprender a escribir con cautela y mas fluido.
Ore.cu
Intentare mejorar esa manera de escribir….
Yunet
ERES UN CAVERNÍCOLA .SEGURO Q SI FUERA TU HIJA, TU HERMANA ,O CUALQUIER MUJER EN TU FAMILIA NO PENSARíAS LO MISMO.PORQUE EL ACOSO NO ES A LAS TRES DE LA MAÑANA EL ACOSO ES DESDE Q AMANECE NO IMPORTA EL LUGAR ,SI ANDAS SOLA O NO ,LO Q Importa ES Q SIEMPRE HAY UN DESGRACIADO Q TE AMARGA EL Día CON SUS SUCIOS COMENTARIOS.
David(PRC)
Yorli
Por ello, aquí no sólo hay que hacer mención hacia los cavernicolas que le hacen daño a las mujeres, sino también hacia las propias mujeres.
Soy una joven estudiante de 4to año de Medicina, tengo 21 años. Plena juventud verdad??? Me encanta salir, estar en fiestas hasta bien tarde, vestir a la moda…. Y muchas cosas más que hacemos a esta edad….
Pero pienso que las primeras culpables de todo esto somos nosotras las mujeres.
Debemos respetarnos primero nosotras mismas, para después querer exigir un respeto por parte de los hombres.
Para lucir bien y estar a la moda, no hay necesidad de ponerse los shorts a punta de nalga. He visto mujeres de 40 años, todas arrugadas, con ese tipo de vestimenta, que lucen hasta ridículas. Si lo hacen, y para colmo, llevan a su pareja al lado, pueden hasta provocar un conflicto entre hombres (a ningún hombre le gusta que le vacilen a su mujer).
Aparte, si realmente no te gusta que los hombres te tiren piropos, no te vistas de esa manera, cuando lo haces, tienes que aguantar esas cosas…
Por otro lado. Si vas a una fiesta, deberías ir acompañada, y nadie sale a la calle con personas desconocidas, así que si son verdaderos amigos, no es obligado, pero deberían acompañarte hasta tu casa, o dejar que te quedes en casa de alguno de ellos.
Si una misma no se cuida, nadie va a venir a cuidarte….Y para ello, primero hay que saber autocriticarse, para después querer criticar a esos cavernícolas que andan sueltos… Ellos no tienen justificación para hacer nada de esto, pero nosotras también tenemos que poner un poquito de nuestra parte para evitar estas cosas.
Respetémonos nosotras mismas primero!! Y después recibiremos respeto…
The Fenix
Ore.cu
En comentario anterior he querido exponer cosas q pasan en nuestra sociedad y q favorecen la ocurrencia del acoso…
No he sido correcto a la hora de emplear las palabras adecuadas, debo decir q las letras nunca han sido mi fuerte sin embargo me gusta leer noticias, los comentarios y entrar en el debate de opiniones. Esto no es mas q falta de experiencia para debatir con un poquito de profesión.
Ore.cu
He leído el articulo completo no me he equivocado en lo q he querido plantear sobre el acoso a q hacen referencia en el articulo ya lo dije…. Quince exponer comportamientos en nuestra sociedad q favorecen, exacerban, propician la ocurrencia de estos hechos en mi opinión son.
1. Vestimenta inadecuada.
2. Andar solo, la oscuridad.
3. Comportamiento con poca decencia.
Esto no quiere decir q por el día no ocurre… Pienso q por la noche ocurren las peores cosas.
Glenda.
Me referí al comienzo sobre la discriminación y creo esto es lo q mas ve fuera de lugar yo pienso q no…
Primero el articulo se llama
Te lo vuelvo a repetir…. Q quiere decir esto yo entiendo q hace referencia o continuidad a un articulo anterior de no ser así creo q el título esta mal usado.
Había leído un articulo anterior sobre la mujer y queriendo infundir la existencia de discriminación por eso escribí eso al comienzo.
Si me he equivocado en esa interpretación les digo q el título fue el q me ha hecho errar.
A las mujeres q se aventaron como animales sobre mi persona se equivocaron mas q yo en sus planteamiento.
mi comentario mal hecho de manera vulgar se refería a comportamientos q existen en la sociedad no a ninguna de ustedes de manera particular… Sin embargo han hablado de mi persona y me han ubicado en grupos de personas totalmente irracionales para mi, sin conocerme.
Esperó q mis comentarios les ayude a formarse alguna idea de mi posible forma de ser y si estos les ayuda les digo… Ni a las mujeres q son alegres en la vida les digo que son alegres.
Mis respetos hacia las mujeres.
Yoa
Excelente artículo! Deberían poner en la televisión llamados de conciencia sobre este tema.. yo no me visto de manera indecente y he sido víctima de tener que escuchar horrores, tristemente acompañada de mi hija menor de edad ☹️ a plena luz del día y me indigna la falta de educación y respeto.. nuestros agentes de la policia en plena calle son los primeros que lejos de dar un ejemplo son partícipes del acoso incluso a niñas con uniforme de secundaria…
Ore.cu equivocarse es humano, rectificar es de sabios y usted la ha hecho.
A veces quisiera tener una capa que me convirtiera en la mujer invisible jajjaja
Desgraciadamente nuestra sociedad ha perdido valores, respeto y educación.
Saludos a tod@s
Yunet
Emmelia Billington-Wall
Emmelia Billington-Wall
Valentina