Foto: Yandrey Fernández
¿Cuáles son las regulaciones de los médicos cubanos para viajar al exterior?
4 / noviembre / 2021
En los últimos meses han circulado varias desinformaciones sobre las regulaciones de viaje de los médicos cubanos. Primero, un supuesto documento oficial que indicaba que se regularía a todos los médicos, no solo a los especialistas, también a los recién graduados. Luego, audio anónimo que decía que todos los trabajadores de la primera línea de la salud serían regulados luego del 26 de noviembre. Ambas desmentidas por el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El 26 de agosto el Minsap publicó una primera nota en la cual desmintió los supuestos cambios en las regulaciones a los profesionales de este sector respecto a los trámites y obtención de permisos para viajar al exterior. «No existen nuevas regulaciones sobre estos procesos para las universidades de ciencias médicas emitida por la Dirección Jurídica del Ministerio de Salud Pública», expone la nota oficial.
Además, explica que el marco legal para la obtención y legalización de documentos que surten efecto en el exterior se encuentra establecido por el Acuerdo 7538 de 2014 del Consejo de Ministros, la Resolución 276 del mismo año del ministro de Salud Pública y la Resolución 48 de 2021 del ministro de justicia.
En la segunda nota, el 30 de septiembre, el Minsap reitera que «a partir de la información falsa que está circulando en las redes sociales sobre la regulación del autorizo de profesionales de la salud, para viajar al exterior por asuntos particulares, el Ministerio de Salud Pública de Cuba aclara que no existen nuevas regulaciones laborales para los trabajadores de la salud».
Sin embargo, este asunto es propicio para desinformaciones por su opacidad y complejidad. Los testimonios de profesionales de la salud varían en cuanto a la aplicación de las normas establecidas y existen preocupaciones legítimas del sector.
¿Cuáles son las regulaciones de viaje para los trabajadores del sector de la salud?
En 2015 se publicó una declaración del Gobierno que expresaba: «la migración de profesionales cubanos del sector de la salud constituye una preocupación para el país».
El documento resalta que especialidades como anestesia, cirugía general, terapia intensiva, cardiología, pediatría, neurocirugía, nefrología, obstetricia y ginecología, ortopedia y traumatología, neonatología, entre otras, han sido afectadas por la salida no planificada de personal médico vital.
«Ante la necesidad de garantizar a nuestro pueblo un servicio de salud eficiente y de calidad (…), se ha decidido aplicar las regulaciones establecidas en el Decreto 306, del 11 de octubre de 2012, para las salidas al exterior por asuntos particulares de profesionales médicos de diferentes especialidades que realizan actividades vitales en los servicios de salud a la población y en la actividad científico-técnica», precisa el texto.
El Decreto 306 especifica que los médicos graduados de alguna especialidad están sometidos a una regulación de viaje que supuestamente no les impide viajar; pero deben pedir un permiso y realizar una serie de trámites incluso para solicitar un pasaporte personal. Los recién graduados y los médicos generales integrales (MGI) no se incluyen en esta norma, salvo casos excepcionales que las instancias superiores deciden que realizan actividades vitales en servicios de salud.
Aclara, además, que quedan fuera de esta regulación los enfermeros, licenciados en Tecnologías de la Salud (tecnólogos), estomatólogos y psicólogos formados en el sector.
Teniendo en cuenta la legislación, los especialistas deben presentar una solicitud al director de su centro de trabajo para viajar de forma temporal o definitiva por asuntos particulares al exterior. Luego de reunirse con el consejo de dirección, el director se pronuncia sobre la afectación que puede generar la salida del especialista en la estabilidad y funcionamiento del servicio. Se analiza por lo niveles superiores y se somete el caso a consideración del Ministerio de Salud Pública, quien adopta la decisión correspondiente.
El proceso, desde la solicitud del profesional hasta la respuesta correspondiente, tiene un término de hasta 50 días, según la legislación.
No obstante, en la práctica los trámites pueden extenderse y en muchas ocasiones se les niega el viaje sin explicaciones convincentes.
¿Se cumple con la ley? La historia de Elizabeth
Elizabeth López Geada se graduó de Medicina General Básica en 2012 en la provincia Cienfuegos. En ese mismo año accedió a una especialidad vía directa en Psiquiatría General de Adultos. En aquel momento, ella no sabía la pesadilla que le esperaría para salir de Cuba.
Se graduó el 7 de noviembre de 2015 y fue ubicada en el municipio Cruces, a 35 km de donde vivía. Además, trabajaba en Lajas, territorio periférico a la provincia Santa Clara.
Su primer choque con las regulaciones a los médicos especialistas llegó en 2016, cuando pidió un permiso de vacaciones para ir a Uruguay, invitada por unos amigos.
«Tienes que hacer una carta justificando tu viaje y que la firme tu jefe inmediato, en mi caso la jefa del Centro de Salud Mental de Cruces. De ahí vas a Recursos Humanos, quienes tienen que ir a recoger una planilla a Salud Pública Provincia y después (a veces delante de ti y otras veces no) la llenan. Es como un historial de tu vida, te lo preguntan todo», cuenta la psiquiatra.
En el dorso de la planilla quedan unos espacios en blanco para que el director municipal explique si aprueba o no el viaje, y el director provincial también refiere su respuesta.
Era solo un permiso de vacaciones y no una salida definitiva del país, pero a Elizabeth le denegaron la petición, con el argumento de que recién había concluido su especialidad. Ella llevaba varios meses de graduada.
En 2017 comienza una relación amorosa con un ciudadano mexicano y deciden buscar la posibilidad para que ella viaje a México a conocer a la familia de su novio. Así comienza otra vez el trámite.
Algunos de sus amigos, familiarizados con el largo proceso para pedir ese permiso de salida, le recomendaron que no dijera la verdad porque por ese motivo se lo iban a denegar. Alegó problemas de salud de un familiar en ese país.
Una vez que te dan el permiso de vacaciones fuera del país, puedes sacarte tu pasaporte. El permiso está vigente por seis meses y en ese período puedes salir solo una vez. A muchos médicos se les vence el permiso de vacaciones por el tiempo que llevan los trámites del pasaporte, solicitar la visa y recibir la aprobación de la embajada, cuenta Elizabeth.
A poco más de un mes de su viaje, ella regresó y se incorporó a trabajar, a pesar de que muchos pensaban que no lo haría. Sin embargo, con el tiempo, la relación se fue haciendo más seria y decide pedir la liberación para reunirse con su pareja. «Ahí fue donde comenzó toda la pesadilla», confiesa con la voz entrecortada.
Cuando alguien se gradúa de una especialidad en Cuba, tiene que cumplir tres años de Servicio Social. «Terminé mi especialidad en 2015, en 2018 cumplí los tres años. Esperaba que los trámites fueran más sencillos, menos dolorosos, pero realmente no fue así», dice.
Pidió la liberación por primera vez en abril de 2018, aunque el término que se utiliza es «baja definitiva» del Sistema de Salud Pública Provincial. Nunca recibió respuesta. Después de más de cien días, fue a la sede provincial para preguntar y le informaron que la baja se la iban a otorgar en octubre de 2019, más de un año después.
Volvió a pedir su liberación en junio de 2018 y de nuevo la negativa. Lo intentó a inicios de 2019 y se repitió la historia. Por cuarta vez la solicitó en mayo. «Esa vez ni esperé respuesta y llamé a La Habana. En el ministerio me atendieron muy bien, pero me dijeron que la fecha de mi liberación estaba puesta para enero de 2021. Todo lo que me habían dicho antes era mentira».
Luego de más trámites, conversaciones dolorosas, malos ratos y momentos de mucho estrés, en septiembre de 2019 presentó por quinta vez la solicitud. Llegó de nuevo la negativa.
En el trascurso de casi dos años, fue mes por mes a pedir un despacho con el director provincial de Salud Pública, Salvador Tamayo, quien no le concedió esa cita hasta que el ministro envió una carta porque supo del caso por sus múltiples visitas a la sede central del ministerio en La Habana.
El día del encuentro, después de varios análisis, Tamayo le dijo: «Al final decidí que tú ya no eres útil a nuestro Sistema Nacional de Salud Pública de Cuba. Es mejor darte la baja». «Esas palabras no se me olvidarán nunca», recuerda con dolor.
Mientras los trámites transcurrían le negaron la posibilidad de un cambio de ubicación laboral para el municipio Cienfuegos, donde existían varias plazas, por haber iniciado el proceso de solicitud de baja. También le negaron la participación en un diplomado sobre Salud Mental en la Adolescencia. Como ella lo ve, se trataba de: cero superación, cero mejoría laboral y cero respeto por su trabajo, entre otros obstáculos. Un doble castigo por su decisión.
Los que se quedaron: regulaciones para los médicos que abandonan misiones internacionalistas
A raíz de la declaración de 2015 es que se permite a los médicos que abandonan alguna misión internacionalista entrar al país luego de un período de ocho años, porque antes no se les permitía nunca más la entrada.
«Algunos médicos, cuando pasan los ocho años e intentan entrar en el país, se enteran que todavía no cumplen el período porque los inscribieron tarde en la lista de desertores o porque sencillamente les dicen que no pueden arribar nunca más a Cuba», comenta el médico general integral Román Luis, quien abandonó su misión en Venezuela en 2007.
«En 2019 falleció mi papá y yo tenía la prórroga del pasaporte vencida. Cualquier ciudadano cubano que reside en el exterior puede viajar a Cuba con esa prórroga vencida y luego activarla en la Isla; nosotros no podemos. Al final no pude viajar a despedirme de mi papá porque solo soy cubano para pagar los 400 USD del pasaporte y los 200 de la prórroga. Es muy triste todo esto», agrega.
También el doctor Luis Enrique Pérez, especialista en Bioestadística, salió a cumplir misión para Argelia en 2011. Al concluir, decide abandonar el vuelo de regreso a Cuba en la escala de París. Después de una larga travesía llega a Estados Unidos en agosto de 2014.
«Luego de esa fecha, no tuve permiso para entrar a Cuba. En ese período mi mamá se puso muy mal. Tuvieron que amputarle una pierna como resultado de la diabetes y yo no pude ir a verla. Luego pedí una carta de viaje en la Embajada cubana en Washington y allí sí me la dieron. No puedo explicarte cómo me he sentido estos años. Solo pude ver a mi mamá una vez luego de que le amputaran el pie. Ella falleció y no pude ir a su velorio porque no tenía visa humanitaria. ¿Cómo me siento? Desterrado», confiesa.
Ni siquiera algunos médicos que tienen ciudadanía española pueden viajar fuera del país si así lo desean. Tienen que pedir permiso. A los que están regulados, que son todos los graduados de alguna especialización, no se les permite tampoco hacer el pasaporte por su cuenta, lo cual impide la superación profesional, porque si aspiran o solicitan una beca no tienen un pasaporte habilitado que utilizar en los trámites.
Aunque el Minsap aclaró en sus notas informativas que no existen nuevas regulaciones, y que las vigentes no prohíben la salida de los médicos cubanos, sino que permiten organizarla para garantizar los servicios de salud a la población; lo cierto es que muchos de los trabajadores de este sector se han visto afectados por estos largos protocolos y por normas que no se cumplen, pues se convierte en un proceso extenso y agotador para quienes solo piden el legítimo derecho ciudadano de viajar o residir en el exterior.
Cuando a finales de 2015 el Gobierno cubano decidió restablecer las regulaciones a los médicos cubanos, suspendidas en 2013, justificó esta acción con la necesidad de garantizar los servicios de salud y enfrentar las políticas norteamericanas que fomentaban la migración de trabajadores de la salud. La decisión también subordina las libertades individuales de los médicos y les limita el derecho al libre movimiento y a decidir sobre sus vidas.
En este contexto, el castigo de ocho años sin poder entrar a Cuba para los que deciden abandonar misiones en el exterior es la otra cara de la moneda para quienes se atreven a migrar durante o después de una misión médica.
Es VERDADERO que no existen nuevas regulaciones de viaje para los trabajadores de la salud en la Isla; pero es válido cuestionarse si las existentes garantizan los derechos de los médicos cubanos.
Decretos relacionados con las regulaciones a los trabajadores del Sector de la Salud:
Decreto 306 de 11-10-2012 «Sobre el tratamiento hacia los cuadros, profesionales y atletas que requieren autorización para viajar al exterior».
Indicación 2 de 7-2-2012 «Aplicación de las regulaciones migratorias en la Salud Pública».
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comentarios
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Roseli Riquenes
Ana
Ana Gloria Marrero Hernaneez
Luis Rodriguez Rodriguez
Dayliana Dominguez Alvarez
Hola, gracias por leernos. En el caso de Italia, unos de los requisitos que piden es precisamente esa carta de su centro de trabajo. Le sugerimos llevarla.
Marilin González serrano
Yenicel Rodriguez Reyes
Pedro
Danais Legón Alemán
Serafín Díaz Montano
Yemil Jiménez
Para saber si está regulada debe ir a la Dirección de Emigración y Extranjería y preguntar. Aunque si no terminó el curso no debería estar regulada.
Mayra Pedroso
Angelica
Yusiro
Anelin
Magdeline fonseca labaut
Luzneirys María Rodríguez Segura