—Pégate al agua, Felo, —le dice el pasajero al chofer del almendón (taxi), para indicarle que concluye su viaje, que se queda en ese sitio.
La frase, la última que se escuchó antes que explotara en el aire al avión DC-455 procedente de Barbados, preludio de las 73 muertes que ocasionó aquella bomba terrorista, se ha vuelto parte del lenguaje popular, sacada de su contexto original, para ser usada en las más diversas situaciones. Resemantizada, despojada de todo el drama que transmite en la grabación original, la frase perdió sentido por su abuso. Y no es la única.
Es esta una generación que repitió —y todavía repite— consignas hasta el cansancio: por herencia, por idealismo, por ignorancia, por obligación, por conveniencia…
Evidentemente, las consignas forman parte de la memoria popular y son expresión de las luchas políticas y sociales, pero también de un acentuado populismo. Su uso —y sobre todo abuso— es responsable de que muchos cubanos se sienten algo perdidos entre un discurso y una realidad completamente diferentes.
La saturación lleva a las personas —inconscientemente o no— a insensibilizarse con la propaganda o a llevarla al choteo.
Recuerdo que un amigo extranjero luego de pasar por una escuela primaria y escuchar a los niños decir el lema Pioneros por el Comunismo, seremos como el Ché me preguntó:
— ¿Acaso sabrán ellos, con menos de 10 años, lo que es el Comunismo, o lo que es ser como el Ché?
La pregunta me silenció. Mi mente solo me llevaba a esos años pioneriles en los que, de igual manera, repetía una y otra vez el lema e intentaba recordar —en vano— alguna explicación posible que me hubiesen dado mis maestros sobre su significado.
Desde entonces me han asaltado otras de las frases que he repetido a lo largo de mi vida y me convenzo de que gran parte de la educación político-ideológica cubana está basada en consignas que muchos corean pero pocos comprenden o se detienen a analizar e interiorizar.
Consignas y frases como: El que no salte es yanqui, Abajo el imperialismo, Socialismo o Muerte, Patria o Muerte, Venceremos; han inundado durante años la propaganda política cubana.
Otras como Ae ae ae la chambelona, que los yanquis no tienen madre porque los parió una mona, ae ae ae la chambelona; Pin pon fuera, Abajo la gusanera; Solo los cristales se rajan, los hombres mueren de pie promueven el odio, la burla, el irrespeto y el machismo.
También por la influencia de las consignas lleva su nombre la popular agrupación musical Van Van, por aquello de que los 10 millones de la zafra del 70 de que van, van.
Incluso hay frases que terminaron orientando líneas a seguir como la política cultural y limitaron por muchos años el desarrollo intelectual, artístico y cultural en general de Cuba, ejemplo de ello es la famosa frase del discurso de Fidel conocido como Palabras a los intelectuales: Dentro la Revolución todo, contra la Revolución nada, todavía hoy muy utilizada.
En una entrevista al historiador cubano Dr. Eduardo Torres-Cuevas, en la que conversábamos sobre la Historia de Cuba, él afirmaba que debíamos rescatar la historia “(…) o perdemos a la juventud, porque los jóvenes necesitan entenderse a sí mismos, y no se les enseña a entenderse con consignas”.
Ha llegado el momento en que decir Abajo el Bloqueo es una consigna hueca; gran parte de la población siente apatía por todo lo relacionado con el tema. La saturación de información, la falta de originalidad y el discurso ambiguo han desembocado —involuntariamente— en la desinformación y hasta en el uso del sarcasmo. Si al final todo lo que pasa en Cuba es por culpa del Bloqueo, dice la gente.
Vivimos en un contexto en que han evolucionado las relaciones con el “imperialismo yanqui”; donde las viejas restricciones son progreso, donde las políticas cambian a conveniencia y son sinónimo de hipocresía, donde los modelos económicos pre-establecidos muchas veces no encajan con la realidad, donde el socialismo democrático parece cada vez más una utopía.
La propaganda envejece, se agota. Todas estas consignas pertenecen a otra época, cada vez más distante. La incapacidad de hacer una comunicación política eficiente anclada en los tiempos modernos es causa de que muchos jóvenes sienten desidia por los temas políticos y por la realidad social en general.
El desgaste lleva al efecto político contrario de lo que se pretende con el uso de las consignas.
comentarios
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LIBORIO EL AMOROZO
Bueno compadre, la parte que me pertenece se la regalo a qualquier, yo no quiero virgenes miliciana.
A las VIRGENES QUE YO VENERO, SON A MI MUJER POR SER LA MADRE DE MIS HIJOS, Y A MIS 15 QUERIDAS, COMCUBINAS, O AMANTES, COMO TU LE QUIERAS LLAMAR.
http://www.diariodecuba.com/cuba/1473366723_25179.html
LIBORIO EL AMOROZO
http://www.diariodecuba.com/cuba/1473366723_25179.html
TE LO DIJE Y TE REPITO, LA PARTE QUE ME PERTENCE DE LA VIRGEN MILICIANA, SE LA REGALO A CUALQUIERA.
A LAS VIRGENES QUE YO ADORO, ES A MI MUJER, Y MIS QUINCE CONCUBINA, O QUERIDAS. PARA QUE VOY A TENER UNA COMPLICE DE TIRANOS, Y AYUDA A VIGILARME. SE LA REGALAMOS A LOS ORIENTALES.
elCorrector
Adrián
Asi que estás frito. Y respecto al arsenal de consignas que citas, muchas ya no se utilizan y cumplieron su cometido. Me gustaría saber en que parte de tu alma, quedaron las que significan defender a tu país y a la sociedad que te hizo periodista.