La migración puede ser un proceso enriquecedor y, a la vez, desafiante. Para muchas personas es una experiencia cargada de estrés, ansiedad y, en algunos casos, trauma emocional.
Como todos los migrantes, los cubanos sufren el impacto del desarraigo y los retos de la adaptación al nuevo país. En Estados Unidos, además, los recientes cambios en las políticas migratorias tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca han generado un clima de incertidumbre constante en parte de la comunidad cubana emigrada. Cambios en el programa de parole humanitario, restricciones para pedir asilo, cierre fronterizo o demoras en los procesos migratorios suman una carga emocional difícil de sobrellevar.
Muchos viven en una espera indefinida: no saben si podrán renovar sus permisos de trabajo, si será adelantada su fecha de Corte o si una orden ejecutiva pondrá en riesgo su estatus. La sensación de no tener control sobre el futuro genera un estrés crónico que puede afectar tanto la salud física como mental.
A este panorama se añade el miedo cotidiano: a ser detenido, a perder el trabajo por no tener papeles actualizados, a no poder reunirse con sus hijos o a ser deportado después de haber construido una nueva vida. Incluso quienes ya tienen alguna protección legal viven con ansiedad por sus seres queridos que aún están en tránsito o atrapados en procesos migratorios complejos y desconocidos dentro de la comunidad cubana.
Psicólogos especializados en trauma migratorio advierten que este tipo de tensión constante puede generar síntomas de depresión, insomnio, ataques de pánico y trastornos de ansiedad, especialmente en personas que arrastraban duelos y heridas emocionales desde su país de origen.
Si bien existen múltiples recursos y apoyo social en Estados Unidos, la falta de conocimiento sobre cómo acceder a ellos, las barreras del idioma y los costos asociados a la atención médica son solo algunos de los obstáculos que enfrentan muchos inmigrantes, especialmente los que se encuentran en situaciones más vulnerables, como madres solteras, adolescentes y adultos mayores.
¿Por qué cuidar la salud mental?
La migración hacia un país como Estados Unidos implica un cambio radical en muchos aspectos de la vida: desde la cultura y la lengua hasta el sistema educativo y de salud. Para los cubanos que dejan atrás una vida llena de incertidumbre en la isla, los traumas derivados de la separación de la familia, el ajuste a una nueva sociedad y las dificultades económicas desencadenan problemas emocionales y psicológicos que, si no se abordan, pueden escalar en trastornos graves.
Diversos estudios muestran que los migrantes, sobre todo los que atraviesan situaciones de crisis o desarraigo, son más propensos a padecer trastornos como depresión, ansiedad y trastornos de estrés postraumático (TEPT).
En este contexto, la salud mental se convierte en un tema prioritario que requiere atención. Así lo confirma Elaine Acosta González, directora del estudio Nuevos flujos migratorios desde América Latina, realizado por la Fundación 4Métrica. A partir de la investigación, la académica identifica tres hallazgos clave relacionados con el impacto emocional de la migración.
«Lo primero que observamos fue la necesidad urgente de narrar la experiencia y ser conscientes de los daños y traumas acumulados durante el proceso migratorio. Para muchos de los entrevistados, era la primera vez que compartían su historia con tanto nivel de detalle. Ellos habían evitado hablar de lo que vivieron durante mucho tiempo», comenta.
En el estudio también encontraron un patrón de acumulación de traumas: «los que ya existían antes de salir de sus países, los que se generaron durante el trayecto migratorio —muchas veces lleno de violencia, pérdidas o abusos— y los que surgen en los primeros meses o años en el país de destino».
Lo anterior se agrava en contextos que hoy son cada vez menos receptivos y amigables con los inmigrantes, agrega la también investigadora asociada al Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés).
«A ello se suma una limitación importante para acceder a apoyo profesional, pues la mayoría de los participantes mencionó no contar con la información, el tiempo o los recursos necesarios para acudir a terapia o a espacios de acompañamiento en salud mental», precisa.
Los hallazgos, según Acosta, refuerzan la necesidad de incluir el bienestar emocional como parte central de las políticas de acogida e integración, así como de visibilizar el sufrimiento psicológico que muchas veces permanece oculto tras las cifras de movilidad humana.
¿Qué opciones gratuitas existen para cuidar la salud mental?
Organizaciones sin fines de lucro y programas gubernamentales en EE. UU. ofrecen cada vez más opciones gratuitas para brindar apoyo emocional y psicológico a los inmigrantes cubanos y a otras comunidades latinas. Aquí presentamos algunas de las principales:
1. National Alliance on Mental Illness (NAMI)
La NAMI es una organización nacional que ofrece recursos gratuitos para inmigrantes. Tienen programas dirigidos a la comunidad latina, que incluyen el acceso a asesoramiento telefónico, grupos de apoyo y referencias a terapeutas y consejeros que hablan español.
Servicios:
- Líneas de ayuda en español (1-888-628-9454).
- Grupos de apoyo para padres y adultos mayores.
- Recursos para tratar la ansiedad y la depresión, frecuentes en inmigrantes.
Ubicación: Disponible en todo EE. UU. (consultar sitio web para detalles de contacto).
2. La Clínica del Pueblo (Washington, D.C.)
Especialmente para los inmigrantes latinos, La Clínica del Pueblo ofrece servicios gratuitos de salud mental. Se enfocan en brindar apoyo psicológico a las personas que han experimentado desplazamiento y traumas. Además, cuentan con profesionales que hablan español y están sensibilizados con las experiencias culturales que atraviesan los inmigrantes.
Servicios:
- Psicoterapia gratuita o de bajo costo.
- Apoyo emocional a adultos mayores y niños.
- Terapias grupales que abordan la ansiedad por el desarraigo.
Ubicación: Washington, D.C. y áreas cercanas.
3. Community Health of South Florida, Inc. (CHI)
CHI es una red de centros de salud comunitarios reconocida por su labor inclusiva y su compromiso con la equidad en el acceso a la salud. Atienden a personas sin seguro médico o con ingresos limitados, incluídos trabajadores agrícolas inmigrantes, ofreciendo tanto atención médica general como salud mental.
Servicios:
- Atención médica integral (física y mental) para personas sin seguro o con bajos ingresos.
- Servicios especializados para trabajadores agrícolas inmigrantes y sus familias.
- Consejería en salud mental, manejo del estrés y trauma.
- Disponibilidad de atención en inglés y español.
Ubicación: Varios centros de salud en el condado de Miami-Dade.
4. Kristi Houses
Es una organización dedicada a la protección y recuperación de niños y adolescentes víctimas de traumas severos, incluyendo a menores inmigrantes no acompañados. Con su enfoque especializado en salud mental infantil, Kristi Houses ha sido clave para apoyar a familias inmigrantes en momentos críticos.
Servicios:
- Terapia para menores inmigrantes que han sufrido abuso, violencia o traumas durante su travesía migratoria.
- Programas especializados para niños no acompañados, víctimas de trata y abuso sexual.
- Asistencia en inglés y español.
- Atención gratuita y basada en modelos clínicos de evidencia.
Ubicación: 1265 NW 12th Ave, Miami, FL 33136.
5. Refugee Assistance Alliance
Enfocada en acompañar a refugiados recién llegados durante su proceso de adaptación. A través de programas de mentoría, educación y apoyo emocional, ayudan a reconstruir un sentido de comunidad y estabilidad para quienes han tenido que huir de sus países.
Servicios:
- Apoyo integral a refugiados recién llegados: emocional, educativo y económico.
- Clases de inglés personalizadas y mentoría para facilitar la integración.
- Actividades culturales y acompañamiento psicológico en momentos de adaptación.
- Trabajan con voluntarios entrenados y psicólogos.
Ubicación: Coral Gables, FL (atención también virtual y en comunidades cercanas). Consultar sitio web para mayor información.
6. Envision Wellness
Es un centro de psicología clínica con experiencia en temas migratorios. Envision Wellness ofrece evaluaciones psicológicas para procesos legales de inmigración, ayudando a documentar traumas y condiciones emocionales de quienes enfrentan situaciones de asilo, violencia doméstica o deportación.
Servicios:
- Evaluaciones psicológicas para procesos migratorios: asilo, cancelación de deportación, VAWA, visa U, etc.
- Consultas en español e inglés.
- Psicólogos licenciados en Florida con experiencia en trauma migratorio.
- Evaluaciones remotas disponibles para quienes no pueden desplazarse.
Ubicación: 1900 SW 57th Ave, Suite 2, Miami, FL 33155.
7. Mental Health America (MHA)
Mental Health America es una red nacional de apoyo en salud mental que trabaja con diversas comunidades migrantes. Aunque sus servicios son generales, tienen programas específicos para latinos, incluyendo a cubanos. A través de su sitio web, brindan recursos educativos y apoyo psicológico gratuito.
Servicios:
- Programas en línea para manejo del estrés y ansiedad.
- Grupos de apoyo virtuales en español.
- Asesoramiento gratuito y referencias a terapeutas en áreas locales.
Ubicación: A nivel nacional, con recursos virtuales disponibles.
8. Servicios Sociales en Iglesias y Organizaciones locales
Muchas iglesias en comunidades con una alta población cubana también brindan apoyo emocional gratuito, además de recursos para otros aspectos de la vida diaria. Iglesias como la Iglesia Católica de la Inmaculada Concepción en Miami ofrecen consejería pastoral y terapias de apoyo a la salud mental sin costo alguno, especialmente para madres solteras y personas mayores.
Servicios:
- Consejería pastoral y apoyo emocional gratuito.
- Grupos de apoyo para personas que sufren de estrés postraumático.
- Ayuda directa a través de la comunidad religiosa.
Ubicación: Disponible en comunidades de alta población cubanoamericana (consulta con iglesias locales).
Además de buscar ayuda a través de estos servicios, la comunidad cubana puede usarlos para continuar educándose sobre la importancia del cuidado de la salud mental y su impacto en la vida diaria. Más allá de compartir experiencias y apoyarse mutuamente, puede ser un paso importante en el proceso de adaptación.
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