Autor

Yoel Marrero
Fotógrafo matancero. Mi trabajo se centra en la fotografía documental y callejera, en registrar la manera de vivir y pensar del ser humano. Con una experiencia de 7 años, disfruto los proyectos fotográficos a largo plazo, que captan el paso del tiempo en las personas y los lugares. Me desenvuelvo también en otras áreas de las artes visuales como la cinematografía y el arte conceptual.
Juan Antonio Soca Fernández, maestro de karate-Do y de jiu-jitsu, convirtió un espacio abandonado en un tatami para practicar artes marciales en Baraguá. Ha formado atletas por más de 30 años.
Ante la escasez de viviendas, los maestros de una escuela secundaria en Matanzas convirtieron la parte abandonada del centro de estudios en su propia comunidad.
Lo menos gustado
- Programa gallego de retorno: ¿cómo acceder desde Cuba?¿Es posible un feminismo por y para todos?19 años más tarde, Cuba vacunará por primera vez contra el Virus de Papiloma Humano
elTOQUE refuerza controles para calcular la Tasa Representativa del Mercado Informal de divisasEl turismo en Cuba no despega

Mas Voces Foundation, INC. REGISTRATION # CH76101. A COPY OF THE OFFICIAL REGISTRATION AND FINANCIAL INFORMATION MAY BE OBTAINED FROM THE DIVISION OF CONSUMER SERVICES BY CALLING TOLL-FREE (800-4357352) WITHIN THE STATE. REGISTRATION DOES NOT IMPLY ENDORSEMENT, APPROVAL, OR RECOMMENDATION BY THE STATE.
Autores

Yoel Marrero
Fotógrafo matancero. Mi trabajo se centra en la fotografía documental y callejera, en registrar la manera de vivir y pensar del ser humano. Con una experiencia de 7 años, disfruto los proyectos fotográficos a largo plazo, que captan el paso del tiempo en las personas y los lugares. Me desenvuelvo también en otras áreas de las artes visuales como la cinematografía y el arte conceptual.
Juan Antonio Soca Fernández, maestro de karate-Do y de jiu-jitsu, convirtió un espacio abandonado en un tatami para practicar artes marciales en Baraguá. Ha formado atletas por más de 30 años.
Ante la escasez de viviendas, los maestros de una escuela secundaria en Matanzas convirtieron la parte abandonada del centro de estudios en su propia comunidad.