Autor
Grettel Reinoso
El pastor cubano de una parroquia en Madrid cedió el espacio a un grupo de paisanos que buscaban desesperados la mejor manera de hacer llegar medicamentos a su país.
La Habana es, sin duda, encantadora. Es una de esas ciudades con magia, con swing, una de esas ciudades que respira, que está viva. La Habana es el ojo del caimán, el ojo abierto de un caimán dormido, o más bien, entumecido.
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Grettel Reinoso
El pastor cubano de una parroquia en Madrid cedió el espacio a un grupo de paisanos que buscaban desesperados la mejor manera de hacer llegar medicamentos a su país.
La Habana es, sin duda, encantadora. Es una de esas ciudades con magia, con swing, una de esas ciudades que respira, que está viva. La Habana es el ojo del caimán, el ojo abierto de un caimán dormido, o más bien, entumecido.