—Oye mama, tu sí —dijo una muchacha a otra mientras entraban en el almendrón.
—No, ¡tú sabes que yo sí! —respondió la segunda— Tú sabes que esta puta es dura, dura como el sol de agosto.
—Ay mama, perrón perrón —dijo la primera.
Yo me moví para dejar que entraran. Supuse que hablaban del vestido que la segunda tenía puesto.
—¿Tú vas la fiesta de esta noche? —preguntó la primera.
—Claro niña, pero tengo que pasar por la peluquería y arreglarme esta pela, que la tengo en llama.
—Cochero, a palacio —le dijo la segunda al chofer. El carro arrancó hacia la Habana Vieja.
—Niña ese antro se ha convertido en una potajera. Hay una cantidad de gente fea.
—No me digas nada, mi hermana. Gente fea y lleno de pingueros buscando lo que tú sabes.
—Sí mija, y mi novio que es súper cheo, se pone súper fula con esas cosas.
—Yo sé mi amiga.
Llegó mi parada y me bajé. Dejé a las muchachas conversando en el carro. Mientras caminaba hacia mi casa no pude dejar de pensar en la no tan rara conversación.
Me explico: es cada vez más común, al menos para mí, escuchar frases y palabras del argot gay utilizadas por personas heterosexuales.
“Por todos es conocida la importancia que poco a poco va adquiriendo el mundo gay y cómo poco a poco se van conociendo más sobre sus formas de vida y sus costumbres. Como todo grupo social que se precie, tanto si se considera minoría como no, han ido desarrollando un vocabulario específico y muy peculiar”, dice Nuria Navarro Zaradoza, investigadora de la Universidad de Alicante.
La cultura gay siempre ha informado a la cultura popular en las cosas divertidas del argot, lo que está de moda.
Este fenómeno proviene quizás de la mayor aceptación de las personas LGBTIQ dentro de la sociedad o de la aparición, cada vez más frecuente, de este tipo de personajes en Cuba tanto en telenovelas, obras de teatro y películas, que como nuevos líderes de opinión comparten una forma de comportamiento y expresiones hasta hace poco consideradas tabú, marginales o que simplemente eran desconocidas.
En lo personal considero que además se debe, en parte, a la posibilidad de que las personas LGBTIQ puedan expresarse cada vez más “libremente” dentro de la sociedad y a la interacción directa entre ellas y las personas heterosexuales.
Existe toda una variedad de este tipo de frases. Escucho expresiones como “lo más grande”, para describir algo fuera de lo normal o que está muy bueno; “a la lucha” cuando se sale de fiesta con el objetivo de ganar dinero a través del sexo o como decimos en buen cubano: el jineteo.
También se asume este lenguaje cuando se cambia el género de los sustantivos y adjetivos generalmente de masculino a femenino para dar una connotación queer, ejemplo, pela por pelo. O cuando, basados en el nivel de atractivo de una persona, decimos “buenos días” si nos atrae un poco, “buenas tardes” si nos gusta y finalmente “buenas noches” si nos gusta mucho.
No soy muy fan al reggaetón, por ejemplo, pero no he podido dejar de notar que en algunas canciones de este género están incluidas estas frases. “Hacerse la dura”, “ser cheo”, “fresa y chocolate”, que se usa desde mucho antes de la película de Titón, son expresiones que comúnmente se escuchan. Se puede hacer una lista infinita con estas frases y palabras.
Lo interesante, sin embargo, no es solo el uso extendido de estas expresiones en la cultura popular, sino que lo hagan personas que no necesariamente se relacionan o interactúan directamente con la comunidad LGBTIQ.
Vocabulario para los menos conocedores (por orden de aparición en este texto):
Mama: amiga
Tú sí: me gusta
Tú sabes que yo sí: por supuesto que te tiene que gustar
Puta: muchacha
Perrón: que está bueno
Niña: amiga
Pela: cabello
Cochero, a palacio: vámonos ya, arranca, muévete
Potajera: lugar de cruising, lugar que no es bueno, lugar que no te gusta
Pinguero: Masculino que ejerce la prostitución
Cheo: heterosexual, que no le gusta relacionarse con gays
Lo más grande: algo fuera de lo normal o que está muy bueno
A la lucha: cuando se sale de fiesta con el objetivo de ganar dinero a través del sexo
Buenos días: para referirse a alguien que nos atrae poco
Buenas tardes: para referirse a alguien que nos gusta
Buenas noches: para referirse a alguien que nos gusta mucho
Hacerse la dura: para referirse a alguien que “se cree cosas”
Fresa: si se refiere a situación es para decir que todo está bien; si se refiere a persona es para decir que es femenino o que es un hombre que le gustan otros hombres
Chocolate: para decir que alguien es masculino y le gustan las mujeres
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Jesse Diaz
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